El I Certamen de Novilladas ‘Villa de Blanca’ viene a instaurar esa piedra angular que, de una vez por todas, consolide un proyecto taurino con visión de futuro en el municipio. Un certamen que contará con el gestor que logró situar definitivamente a Calasparra en el mapa taurino de España como una de las ferias de novilladas más importantes del circuito.
Pedro Pérez ‘Chicote’ desembarca en Blanca con el reto de recuperar mucho más que una pasajera ilusión por la tauromaquia. Su reciente unión con el Ayuntamiento de Blanca, y de manera más concreta con su concejal de Festejos, Vicente Candel, perseguirá aunar sinergias para consolidar el nombre de ‘Blanca, Villa del Toro’.
Y es que, uno que presume de ser blanqueño, ha visto como año tras año Blanca y su feria de novilladas se convertía en un cromo más entre los cientos que se juegan de manera frívola en la baraja del empresariado taurino.
Muchas han sido las oportunidades durante los últimos 20 años de haber podido dar este paso de cara a una consolidación definitiva de la fiesta brava. Porque Blanca, por costumbre y devoción, es considerada como una de esas incubadoras de afición que lejos de los complejos progres comprende a la tauromaquia como lo que es: un rito de pasión y desvelos; de verdad y de honor. Un rito de vida y de muerte. Un ateneo de sentimientos en medio de una realidad social cada vez más desnortada.
‘Chipé Producciones’ tiene en su mano revitalizar una afición que históricamente siempre ha estado ligada a la idiosincrasia del municipio. Porque la cultura del toro y su majestuosidad forman parte de la identidad de Blanca y eso, guste o no, es indiscutible. Pocos pueblos pueden presumir de ostentar esta tradición y ese arraigo taurino, por eso justifica —y de qué modo— la apuesta de Vicente Candel.
El Círculo Taurino de Blanca, con su presidente José Antonio Cano a la cabeza, y la juvenil ‘Peña Manolete’ seguro que sabrán acompañar al acontecimiento que en poco menos de un mes ocurrirá en la villa. Aunque sin su añejo encierro por el que seguimos suspirando, ‘Blanca, Villa del Toro’ recuperará tras más de un año y medio de pandemia una parte fundamental de su pasado y, ahora con Chicote a la cabeza, también de su futuro. Un futuro que, del mismo modo, debe pasar por los Jorge Martínez, José María Trigueros o Cristóbal Ramos ‘Parrita’, entre otros. La novillería murciana no puede faltar en este reencuentro. Es más, debe jugar un papel protagonista.
Ojalá y el caso de Blanca y su I Certamen de Novilladas sea tan sólo el principio de un nuevo comienzo para la tauromaquia en la Región de Murcia. En el horizonte, otras muchas metas: la resurrección de la Feria Taurina del Arroz, la reinauguración de la Plaza de Toros de Sutullena o el regreso de la feria de septiembre de Murcia son algunas de las claves que tienen que seguir marcando el resurgimiento taurino de la Región de Murcia.
De momento, permítanme que vuelva a ilusionarme con Blanca y su feria taurina.