La plaza de toros cubierta de la localidad madrileña de Moralzarzal acogió este 19 de marzo la cuarta corrida de toros clasificatoria de la Copa Chenel, concurso para toreros auspiciado por la Fundación Toro de Lidia y la Comunidad de Madrid. En este festejo, que no registró una buena entrada en los tendidos, tomaron parte Juan de Castilla, Rafael Serna y el murciano Filiberto, primer torero murciano en participar en este proyecto, que se enfrentaron a reses de las ganaderías de Mollalta y José Enrique Fraile de Valdefresno.
El de Calasparra contó con un fuerte apoyo en los tendidos, ya que centenares de aficionados de su localidad llegaron hasta Moralzarzal con la firme intención de darle calor al torero de su tierra en uno de los compromisos más fuertes de su carrera.
Antes de que se rompiera el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo del ganadero Daniel Ruiz y de la maestra “Nati”, recientemente fallecidos.
Abrió el festejo, “Jazminito”, un toro tostado choreado del hierro de “Toros de Mollalta”, poniéndolo difícil desde el principio. El animal, que tardó mucho en salir de chiqueros, acometió con la cara alta y de forma muy avispada al capote que le ofreció Filiberto. En varas, el toro evidenció su falta de casta, pero Filiberto quiso arrear y realizó un quite comprometido, con las vueltas del capote porque el animal se lo había roto en el recibimiento, en que el dio tres delantales notables y una media en la que el toro quiso echárselo a los lomos. En banderillas los subalternos cumplieron mientras se seguía observando las dificultades que mostraba el toro.
Brindó Filiberto la faena al público y se fue para él lleno de valor y responsabilidad. En los pases de tanteo el bicho se le coló y casi le cuesta un disgusto, ya que el animal le rompió la banda de la taleguilla. No se amilanó el de Calasparra que tiró de recursos, le tragó mucho y terminó sacando muletazos con el clasicismo y la verdad que le caracterizan. Buena dimensión la ofrecida por el torero, que si llega a matar al primer intento hubiera paseado una oreja. La espada se cruzó de nuevo en el camino de Filiberto, que dejó dos pinchazos y tres descabellos para atronar al deslucido y peligroso toro de Mollalta. Saludó una ovación.
Juan de Castilla se entregó con el segundo, un animal de mejor condición que el primero de la tarde, pero que en la muleta se vino abajo demasiado pronto. Con el capote, el colombiano destacó en un quite por chicuelinas, de buen aire y comprometido. Brindó la faena a su padre en los micrófonos de Telemadrid, que retrasmitía en directo el festejo. El momento emotivo se fusionó con un inicio de faena explosivo en el que el animal acometía y el colombiano aprovechó para dejar una tanda de derechazos y un pase de pecho con mucha verdad. Luego, el animal cerró la persiana y tan sólo pudo mostrar valor y garra. No estuvo acertado con la espada y fue ovacionado desde el tercio.
El tercero se fue a los corrales por problemas de visión y en su lugar salió otro toro de Mollalta, este con peores hechuras y de deslucido comportamiento. El sevillano Rafael Serna mostró voluntad en todo momento, pero la faena no tomó vuelo por la escasa condición de su oponente. Le puso voluntad el sevillano, que mató de una estocada entera. Escuchó palmas.
Filiberto recibió a “Pelotito”, de Fraile de Valdefresno, con bonitas verónicas a pies juntos con mucho sentimiento. El público se vino arriba, tras lo sucedido en los toros anteriores, ovacionando al de Calasparra por su labor. Dejó el torero largo en varas al toro, que cumplió en el caballo, saliendo con buen son y embestida franca. El murciano aprovechó esta condición para plasmar un quite por gaoneras de mucha intensidad en donde le voló muy bien el capote.
Tras un tercio de banderillas poco brillante, Filiberto se fue a por todas tras brindar a su padre, y sin duda que lo consiguió en la primera tanda, con una serie de pases ligados a pies juntos rentados por pases por bajo de excelente ejecución. Todo estaba para la gran faena, pero tras un cambio de terrenos, el toro cantó la gallina y se fue a tablas. El calasparreño se fue a esos terrenos para tratar de sacar agua de un pozo que ya estaba vacío de casta. Le puso empeño el torero que tiró de recursos para tratar de agradar a un público decepcionado por lo que pudo pasar y al final no fue, porque el toro no quiso. Tras dejar media estocada, no utilizó con acierto el descabello. Fue ovacionado desde el tercio
No hay quinto malo y la tarde estaba reservada para que se la llevase el colombiano Juan de Castilla. Exprimió todo lo que tenía el animal, terminando por poner todo de su parte, demostrando que es un torero de futuro, apretando de vedad. Se tiró con el alma para enterrar las espada y cortar las dos orejas.
Buen recibo con el capote el de Rafael Serna al que cerró la tarde. Bien lidiado llegó el toro al último tercio, tras emplearse con bravura en el caballo. Con buen tranco y transmitiendo al tendido se empleó en las primeras tandas «Mariposito», costándole acoplarse al sevillano, que terminó de hacerlo de mitad de faena en adelante por el pitón derecho. Faena de menos a más rematada con un estoconazo poniendo todo de su parte. Dos orejas.
Ficha:
Plaza de toros de Moralzarzal (Madrid) Domingo 19 de marzo. 4ª corrida clasificatoria de la Copa Chenel.
Toros de Mollata (1º, 2º y 3º, este como sobrero) y José Enrique Fraile de Valdefresno (4º, 5º y 6º) Complicado y deslucido el 1º, a menos el 2º, deslucido el 3º bis, manso el 4º, pronto y con opciones el 5º, bravo y transmisor el 6º.
Filiberto: Ovación con saludos y Ovación con saludos.
Juan de Castilla: Ovación con saludos y 2 orejas.
Rafael Serna: Palmas y 2 orejas.
Entrada: Un cuarto del aforo
Incidencias: Se guardó un minuto de silencio en recuerdo de Daniel Ruiz y la maestra “Nati”. El tercero rompió la mano del subalterno Antonio Ronquillo, de la cuadrilla de Rafael Serna, cuando estaba apuntillándolo.
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