Se notaba en el ambiente la emoción, el reencuentro tras casi 3 años, y que había ganas de volver a vivir un encierro en la calle. Pese al «chisqueo» que ha acompañado los momentos previos, nadie quería perdérselo.
Ha llamado la atención sobre todo el nuevo recorrido, más largo que el tradicional, lo que ha provocado que los corredores habituales estuviesen algo dubidativos a la hora de elegir el sitio dónde colocarse para correr. Esos hectómetros de más, han hecho posible que los espectadores y corredores pudiesen asistir, ya que no se recuerda en en Calasparra un encierro tan multitudinario como el de este sábado.
Más allá de algún susto, el encierro ha sido limpio, con un novillo algo adelantado a la manada pero siempre acompañado por un buey, que lo ha arropado hasta el final. Al igual que el resto de bueyes a sus hermanos de Barcial. En el último tramo, han podido acusar la distancia y les ha faltado quizá algo de oxígeno. Un buen ejercicio para que esta tarde ofrezcan en la plaza de toros lo que de ellos se espera. Les recordamo que esta tarde serán lidiados, en la primera de feria, por el malagueño José Antonio Lavado, el valenciano Miguelito y el murciano José María Trigueros.
Pedro M. Mellinas @PedroMMellinas.
Fotos: José Manuel García «Raspa» / Vídeo: José Francisco Bayona
El Muletazo 