1091 días después (2 años, 11 meses y 24 días), los novillos volverán a correr este sábado día 3 por las calles de Calasparra. Desde aquel lejano 8 de septiembre de 2019 en el que los «Miura» protagonizaron el encierro, muchas cosas han pasado en nuestras vidas y muchas otras han cambiado. Lo que no lo ha hecho, es el «novillo de Calasparra» y las ganas de fiesta, que giran en Calasparra, como en tantos otros pueblos de España, en torno al toro bravo.
Los novillos de Barcial ya se encuentran en los corrales de la calle Mayor, esperando a que suene el cochete a las 10 de la mañana y enfrentar el recorrido más largo jamás corrido por un novillo en la historia reciente de la localidad, que les llevará a la nueva plaza de toros no pemanente, ubicada junto al campo de fútbol. Por la tarde serán lidiados por el malagueño José Antonio Lavado, el valenciano Miguelito y el murciano José María Trigueros.






La ganadería de Barcial está formada por don José Vega en 1910 con vacas de Veragua y sementales de Santa Coloma, pasó en 1914 a los hermanos Villar. En 1928 don Francisco Villar vendió su parte a don Arturo Sánchez Cobaleda y, a su muerte, en 1942, pasó a sus hijos, dividiéndose en 1950 y correspondiendo uno de los lotes a don Jesús Sánchez Cobaleda que anunció a nombre de la finca “Barcial”. Por fallecimiento de don Jesús, en 1960, pasó sus herederos y posteriormente a don Arturo Cobaleda González.
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