«RAFAELILLO», VALIENTE Y ARTISTA, TRIUNFA A LO GRANDE EN LINARES

El matador de toros murciano Rafael Rubio “Rafaelillo”, con 26 años de alternativa, debutó este domingo, 28 de agosto, como matador de toros en la plaza de toros de Linares en la corrida de toros en la que se conmemoraba el 75 aniversario de la cornada mortal que un toro de Miura de nombre “Islero” le propinaba al gran torero cordobés Manuel Rodríguez “Manolete”.

Vestido de catafalco y oro, “Rafaelillo” realizó el paseíllo junto a José Antonio Morante de la Puebla y Curro Díaz en la lidia de toros de la ganadería legendaria que pasta en la finca “Zahariche” y un remiendo de Núñez del Cuvillo. Y es que la corrida de Miura, pobre de presencia para una plaza de toros de segunda categoría, tuvo muchos problemas en el reconocimiento veterinario, hasta el punto de que se rechazaron tres toros que luego rescató el presidente del festejo, para salvar a la empresa de Juan Reverte que así no tenía que suspender el festejo.

El festejo se inició con un respetuoso minuto de silencio en memoria de “Manolete” al que le siguieron los acordes del himno nacional de España mientras que en la plaza se depositaba un ramo de flores en el lugar exacto donde el toro “Islero” asestaba la cornada al gran torero cordobés.

“Rafaelillo” formó una de las suyas con el primero de Miura de nombre “Zorrero”, un animal alto, pero escaso de Kilos, al que recibió con una larga cambiada de rodillas para después dejar verónicas largas y templadas. El de Miura mostró falta de fuerzas en el tercio de varas y se vino arriba en banderillas. El animal, con emoción y movilidad, era perfecto para que el catedrático de los de Lora del Río dictara lección. Y como no podía ser de otra manera, la dio. El murciano dejó series conseguidas por ambos pitones, donde además de garra sacó una estética sublime, dejando pases de entrega máxima y de relajo, mirando al tendido. Alargó la faena “Rafaelillo” tratando de exprimir las embestidas del toro. Puso de acuerdo a los aficionados y tras una estocada entera, un punto desprendida, que fue suficiente para atronar al animal, paseó la primera oreja de la tarde.

El segundo de Miura fue una raspa descastada, desnutrida y orientada que no dio lugar al lucimiento. Un desdoro para el buen nombre de la ganadería, Morante no se confió con él en ningún momento. El animal llegó a la muleta sin fuerzas y con muy malas intenciones, y el de La Puebla abrevió. Con la espada tampoco estuvo acertado, cabreando al respetable de Linares. Tras pasaportar a la prenda, escuchó una sonora bronca.

El tercero, sardo, de mejor presencia, fue recibido a la verónica con mucho sentimiento por Curro Díaz. El toro dio espectáculo en varas, donde casi derriba a la cabalgadura. En la muleta el animal tuvo dos fases, dos tandas de inicio donde el animal colaboró para que Díaz dejara su excelente toreo artista en pases de uno en uno y otra donde el bicho se paró, frenándose en cada muletazo que el torero local le ofrecía. Estuvo listo y valiente Curro, que supo finalizar la faena en el mejor momento para después recetar una sensacional estocada que solo merecía una oreja. Sus paisanos así lo entendieron y lo premiaron con el trofeo.

“Lanudo” de Núñez del Cuvillo remendó el festejo y le tocó a “Rafaelillo”. Un dulce para el guerrillero torero murciano, que ya le tocaba. En el recibo sacó la vena artista dejando un excelente manojo de verónicas rematado con una media. Los tercios de varas y banderillas pasaron sin novedad. Siempre despierto, sabiendo donde está, “Rafaelillo” brindó la faena al torero José Fuentes, presente en la plaza, y que este año ha cumplido 50 años de alternativa. El de Cuvillo embistió sin clase, con la cara alta, pero “Rafaelillo” tiró de experiencia y seguro le tragó mucho a un animal mirón y peligroso. La valentía del torero hizo sonar la música. Se entregó sin cuartel dejando ayudados y pases de pecho de gran factura. Al final de faena se metió entre los pitones, cerrando una obra de mérito en la que por momentos estuvo artista. Pinchó al primer intento, saliendo la espada, afortunadamente por el pomo, despedida a su rostro. Desgraciadamente también pinchó al segundo intento, perdiendo las dos orejas. A la tercera si hubo fortuna y atronó al animal de una estocada. Hubo petición de oreja y el presidente, consciente de la gran labor realizada por el de Murcia, se la concedió.

El quinto de Miura fue un animal que se frenó en el capote de Morante de la Puebla. No le gustó el toro al sevillano, que poco a poco fue agigantando sus malas cualidades. José Antonio lo intentó pero el lucimiento era imposible. Abrevió y se hizo el silencio, mezclado eso si con muchas protestas de los que no entendían de que ahí no había nada que hacer.

Curro Díaz hizo sonar la música con el sexto Miura con un toreo artista ante un noble animal de Miura que parecía de otro hierro comercial. El de Linares se gustó y sacó tandas templadas por ambos pitones que remató con pases por bajo muy toreros y pases de pecho largos. Meritoria faena que coronó con una estocada tendida que necesitó un golpe de descabello. Hubo petición de oreja unánime que el presidente concedió y el torero paseó con tremenda satisfacción.

Ficha:

Plaza de toros de Linares (Jaén). Domingo 28 de agosto de 2022. Corrida de toros.

Toros de Miura y Núñez del Cuvillo (4º), justos de presencia y de juego desigual.

“Rafaelillo”: Oreja y Oreja.

Morante de la Puebla: Bronca y Silencio.

Curro Díaz: Oreja y Oreja.

Entrada: Dos Tercios.

@elmuletazo

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