Con la pasión que le caracteriza, afrontó José Manuel el día más importante de su carrera profesional en Los Navalmorales, su alternativa como torero. Con una larga cambiada y un ramillete de entregadas verónicas, mostró sus credenciales ante el toro de Martín Lorca de nombre «Astuto», marcado con el número 46, preparado para su ingreso en el escalafón de matadores de toros. Este al finalizar el recibo lo prendió de espectacular manera, propinándole una brutal paliza.
Cuando estaba siendo trasladado a la enfermería, saltó de los brazos de los banderilleros para coger de nuevo el capote y rematar el saludo, recibiendo una gran ovación.
Ya con la muleta, tras recibir los trastos de manos del torero mexicano «Calita» y después de brindar a su apoderado Santiago Garay, el ya matador de toros dejó buenas tandas de derechazos y pases de pecho. Convaleciente de la cogida, se atascó con el descabello, recibiendo dos avisos. Fue ovacionado.
Tras notarse una gran inflamación en el muslo, pasó a la enfermería no pudiendo continuar la lidia y decidiendo su traslado a Murcia, para ser examinado por el equipo del Doctor Ricardo Robles.
En la UVI móvil de la plaza se le apreciaron dos bultos en el muslo, una posible fractura de clavícula y contusiones múltiples.
En el festejo, el torero mexicano Ernesto Javier “Calita” cortó cuatro orejas y dio muestras de su genial concepto del toreo, mientras que Javier Herrero cortó un apéndice tras torear con gusto y temple a un colaborador ejemplar de Martín Lorca. La espada le jugó una mala pasada y el premio doble se le esfumó.
Ficha:
Plaza de toros de Los Navalmorales (Toledo). Miércoles 15 de Septiembre. Corrida de Toros.
Toros de Martín Lorca, serísimos de estampa.
Ernesto Javier “Calita”, dos orejas, dos orejas y palmas en el que mató por José Manuel.
Javier Herrero, palmas y oreja.
José Manuel, que tomaba la alternativa, silencio y herido.
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