José Manuel va en serio. Lo tiene claro, quiere tomar la alternativa. Se siente capaz y cree que puede sorprender a los públicos y renovar ese circuito de las mal llamadas corridas duras. Dejémoslo en los festejos con emoción, donde no hay lugar para las pipas.
Su vuelta ha creado revuelo. Pero lo mejor es que el teléfono le ha sonado para bien. Hay ganaderos que le abren las puertas de sus fincas para que pueda ponerse a punto para cumplir su sueño, como el caso de Gregorio Ortega, propietario de la ganadería madrileña de Doña Belén y Doña Blanca Ortega. Hasta allí fue ayer para lidiar un toro y tentar dos becerras.
Con el toro, el murciano sacó todo el abanico de pasajes capoteros. Verónicas, gaoneras, chicuelinas. Sabe que estar bien de capote hace que los públicos se entreguen desde el principio. También banderilleó, es algo que siempre ha hecho y que quiere seguir manteniendo en su repertorio torero. Con la muleta, José Manuel exprimió las embestidas de un animal que se dejó por el derecho y que tuvo problemas por el izquierdo, ya que estaba reparado de la vista. Para terminar, traca final, esa que desde el principio de su carrera lo ha caracterizado y con la que ha conseguido cautivar al respetable.
Con las becerras, que fueron de gran calidad, José Manuel volvió a ser ese ciclón de Alquerías.
Pero además de para tener campo, el teléfono de José Manuel también ha sonado para recibir propuestas. Hay empresarios que han recogido el guante y que le han ofrecido la posibilidad de tomar la alternativa el próximo mes de septiembre.
Seguro que pronto tendremos noticias al respecto.
@elmuletazo