La pronta recuperación para la actividad taurina de la plaza de toros de Lorca se ha convertido en una de las grandes esperanzas para los sufridos aficionados de la Región de Murcia. La reconstrucción del Coso de Sutullena sigue su curso y poco a poco se va viendo el avance de las obras de rehabilitación que lo llevaran, si la crisis sanitaria y el Ayuntamiento de Lorca como propietario del coso quieren, a vivir nuevas fechas de esplendor taurino como las que antaño se celebraban en él.

Precisamente, este 13 de octubre, se cumplen 74 años que la plaza de toros de Lorca acogió uno de los acontecimientos más triunfales acogidos en las plazas de toros de la Región en la historia taurina. Tal fue el clamor que se vivió aquella tarde, que los tres diestros, antes de salir en hombros tuvieron que dar la vuelta al ruedo, los tres a la vez, para recibir el agasajo y los vítores del apasionado público que llenó, esta vez sí, las cerca de 10.000 localidades que por aquel entonces tenía la maestranza de la Región.

Aquella tarde de 1946, Pepe Dominguín, Luis Miguel Dominguín y Agustín Parra “Parrita” se enfrentaron a una corrida de toros del hierro del Duque de Pinohermoso y desde el primer toro llovieron las orejas y los rabos.
La tarde estuvo marcada por la fuerte competencia en los tercios de banderillas de los hermanos Dominguín. Pepe con los palos era mucho más completo que Luis Miguel, por eso este último se picó con su hermano para intentar superarle. Esas ganas de superación hicieron al público vibrar.

Además de los buenos tercios de banderillas la tarde se completó con el buen toreo ofrecido por los tres matadores de toros que abrieron el abanico de suertes. Hasta Pepe Dominguín pidió una silla para comenzar su faena al cuarto toro de la tarde.

Agustín Parra “Parrita”, quizá el torero más desconocido para el gran público, cautivó por su quietud y por sus manera amanoletadas. Se notaba que bebía de la fuente del cordobés. Curiosamente, Agustín se terminaría casando con una sobrina de Manuel Rodríguez en 1953.

La competencia entre Pepe y Luis Miguel duró poco en las plazas. Tal y como relató Pepe, su padre lo apartó de los carteles de Luis Miguel cuando decidió apoderar a Antonio Ordóñez. Esta decisión provocó prácticamente la retirada del mediano de los González Lucas, ya que el otro torero de la terna que completaría el cartel estrella pensado por el patriarca de los “Dominguínes” era Rafael Ortega.

La plaza de toros de Lorca es territorio “Dominguín”. Desde su reinauguración el 2 de septiembre de 1945, donde ya actuó Luis Miguel, su historia está unida a la familia González Lucas. Los tres hermanos han protagonizado grandes momentos en Lorca, e incluso llegaron a torear los tres juntos, Domingo, Pepe y Luis Miguel junto a la rejoneadora Conchita Cintrón.

El museo taurino que se construye en los bajos de la Nueva Sutullena y que deberá inaugurarse a la par que el magnífico escenario seguro que tendrá espacio para recordar a esta dinastía.
Fran Pérez @frantrapiotoros