GANADERIA DE “AIDA JOVANI”: SACRIFICIO Y BUEN TRABAJO

Continuamos ofreciendo la riqueza del campo bravo español de la mano de Javier Salamanca, centrándonos en aquellas ganaderías más desconocidas y atractivas para nuestros lectores. Disfruten de la historia de la ganadería y de la espectacular selección fotográfica:

Castellón, tierra de festejos populares, donde el toro es el rey de la calle en las fiestas de muchos de sus pueblos, alberga una de las pocas ganaderías que cría toros bravos para la lidia en tierras levantinas, en unos parajes que nada tienen que ver con las fincas de toro bravo de tierras charras o extremeño-andaluzas. En concreto la que se anuncia como “AIDA JOVANI”, propiedad del conocido industrial castellonense Pedro Jovani Ferrara, está situada en el término de la bonita localidad de San Mateo.

Allí dio rienda suelta a su afición, en 1999, Pedro Jovani. Compró reses de procedencia Guateles, vía Cayetano Muñoz, para luego ir introduciendo sementales todos ellos de origen Domecq por varias vías. Actualmente la vacada ronda las 90 vacas. Entre los sementales aun está “Sultán” con el hierro de Madroñiz (Guateles vía Arribas), propiedad del ganadero murciano José García Guillén, que padrea desde 2009.

En 2016 Pedro pone el nombre de su hija Aida a la ganadería, gran y joven aficionada al toro y al caballo. Con mucho sacrificio, sin prisa y lidiando en festejos sin caballos, ha ido poco a poco tirando la ganadería, hasta que en 2017 debutó en novillada picada en la feria de Algemesi, con buena nota. También lidió en su feria de Castellón en una novillada sin caballos dejando alto el pabellón. De momento no es intención del ganadero de lidiar cuatreños, centrándose en lidiar 4 o 5 festejos al año. El pasado año 2018 lidió fuera de la región levantina, concretamente en la provincia de Toledo, donde puede que vuelva este año a repetir éxito.

Deseamos suerte al ganadero para este 2019. No es fácil criar reses para la lidia donde el toro en la calle es el amo, pero con afición y trabajo, Pedro Jovani y su hija se van asentando, esperemos que por muchos años.