Continuamos con nuestro viaje por lo mejor del campo bravo español de la mano de nuestro colaborador Javier Salamanca. Una ganadería del gusto del aficionado, centrada en novilladas, que disfrutarían aficiones como la de Calasparra.
Pasó la pandemia y aunque volver a lo anterior se antoja complicado, parece que las cosas en el mundo ganadero han mejorado algo, si bien es cierto que muchas divisas han reducido las camadas ante posibles incertidumbres que surjan, sin olvidad que este año es año electoral y eso condiciona la colocación de las reses.
La divisa vallisoletana de “Raso de Portillo” cuenta para 2023 con unos 40 novillos y toros sueltos. Los Hermanos Iñigo y Mauricio Gamazo Garran, actuales responsables de la ganadería, no suelen tener problema a la hora de colocar sus reses, ya que tienen buen cartel en Francia y plazas en España que tras triunfar los repiten. Además, no es una ganadería muy grande, unas 130 vacas, sin pretender aumentar la vacada, centrándose en las novilladas. Algún toro suelto tienen que ahora, con los desafíos tan de moda, no cuesta colocar. La mayor parte de la camada está con la marca de Raso, aunque hay algunas reses con el otro hierro de la casa “El Quiñón”.
De procedencia mayoritaria de Santa Coloma, este año volverán a Villaseca y puede que tras el éxito en 2019 en Pedrajas de San Esteban con el indulto de “Aforadito” (foto portada) sea momento de regresar. También se da por seguro que volverá a la feria de novilladas de Peralta tras triunfar en 2022.
Suerte para esta temporada a la Familia Gamazo, mas de 140 años al frente de esta ganadería, que se dice pronto.










Texto y fotos: Javier Salamanca