Tras pasear una oreja de peso en Valencia el pasado miércoles, en su primer compromiso de la feria de Fallas, Paco Ureña volverá al coso de la calle de Játiva el próximo domingo para estoquear junto a Daniel Luque, en mano a mano, el encierro de Victorino Martín que cerrará el ciclo josefino.
Muchos dicen que al de Lorca le tangaron la Puerta Grande el otro día, por lo que imagínense como saldrá a la plaza. Paco Ureña vuelve a torear los toros cárdenos del hijo del recordado “paleto”. Animales que le han propiciado triunfos de altura en Sevilla, en Bilbao, en Francia, en Madrid….
Ahora será en una plaza talismán para él, como es el coso de Monleón, donde se vuelva a encontrar con este hierro. El torero se la juega, porque a pesar de cortar una oreja el otro día, al de Lorca solo le vale la Puerta Grande, un triunfo gordo, incontestable, para sonrojar a todos aquellos empresarios que el pasado año le pusieron pegas y que este año no han contado con él (véase Ramón Valencia, por ejemplo), y para volver a contar con el 100% de confianza de la afición.
Preparado está, porque su invierno ha sido de intensísimo en entrenamientos. De hecho, ha trasladado su residencia a El Bosque, en Cádiz, para estar más cerca del campo bravo y no perder el contacto ni con los toros, ni con su familia, cuyo apoyo y calor es fundamental para él.
El que se la juega también es Victorino Martín. El ganadero necesita reverdecer laureles, echar una gran corrida de toros, de aquellas míticas, bravas y encastadas, donde pestañear era un delito. Para conseguir eso, el ganadero ha confiando en los siguientes animales que ya descansan en los corrales de la plaza de toros de la capital de la Comunidad Valenciana.
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El Muletazo 