Todo empezó en un corrillo en la tradicional comida de los toreros murcianos celebrada la pasada Navidad. A ella acudieron toreros en activo, retirados, pero también los que soñaron alguna vez con ser toreros. Por mucho que pase el tiempo la llama de la tauromaquia no caduca en ellos.
Tres de estos, que vistieron hace ya 30 años aproximadamente el traje de luces, decidieron probarse de nuevo y sentir eso que se transmite al estar delante de un animal bravo. Lo que en un principio surgió como una broma, se hizo realidad el pasado domingo, 22 de enero. Paquito de la Vega, Eduardo de Corbalán y Enrique Ferrándiz se pusieron delante de los animales bravos en la finca “El Toril” propiedad del primero de ellos. El tiempo no perdona, pero los tres, que se quedaron con mucho que decir en su época, dejaron detalles y plasmaron que eso de torear, cuando uno lo lleva en la sangre, es como montar en bicicleta.
Además, para hacer del acontecimiento una cosa más seria, invitaron al mismo al novillero con picadores murciano Cristóbal Ramos “Parrita”, que la pasada temporada salió a hombros en la novillada celebrada en la Feria de Murcia.
“Parrita”, sacó su sangre torera y duende gitano, para sobreponerse a un novillo muy complicado que lo buscaba en todo momento, pero que le sirvió mucho, en modo preparación para este año en el que todos esperamos que este anunciado en muchas ferias. Ya saben eso de que en las de su tierra primero. Debería repetir en Murcia y porque no ir a Blanca y Calasparra.
La jornada acabó con una comida de hermandad en la que el anfitrión, Paquito de la Vega, hizo que todos los presentes se sintieran como en casa.
@elmuletazo
El Muletazo 