La vuelta de Diego Urdiales a una plaza de la Región de Murcia, la aparición de Antonio Puerta, torero local con predicamento en la localidad, y el debut como matador de toros en la Región de Murcia del sevillano Pablo Aguado eran los principales atractivos de la corrida de toros que se celebró este domingo, 11 de septiembre, en Cehegín, con motivo de sus fiestas en honor a la Virgen de las Maravillas. Los toros de Murube completaban un cartel en el que, lamentablemente, no hubo la asistencia de público esperada. Siendo generosos, el coso de Don Pepe Navarro solo se llenó en un tercio de su aforo. Una verdadera lástima para el cartel tan atractivo propuesto. La afición no llena y los públicos necesitan de motivos, más allá de los taurinos, para acudir a las plazas.
Abrió el festejo Diego Urdiales con un débil animal que desde el minuto uno dijo que tenía las fuerzas al límite. Lo cuidó con el capote el riojano. En varas el animal se derrumbó, al igual que en banderillas, donde volvió a besar el suelo provocando la indignación de los espectadores. En la muleta, Urdiales ejerció de enfermero cuidando al inválido que no tenía recorrido ninguno. Capitulo aburrido que acabó de pinchazo y estocada fulmínate. El torero fue silenciado y el toro abroncado en su arrastre.

Antonio Puerta salió a por todas desde el primer momento con el segundo de la tarde. Ejecutó un recibo a la verónica excelente y luego rizó el rizo con el capote, con un quite por chicuelinas en el que hizo las delicias de la afición. En banderillas, Carlos Pacheco cuajó un gran tercio, saludando la ovación del público. El toro, de mejor condición y fuerza que el anterior, propició el triunfo de Antonio Puerta, que le dibujó templados muletazos, sobre todo por el pitón derecho. El temple fue la gran virtud del trasteo en el que los pases largos y entregados por ambos pitones congregaron grandes ovaciones. Los ayudados por bajo finales antes de la suerte de matar fueron magistrales. Recetó una estocada entera fulminante, la petición de las orejas fue unánime, y el presidente no se resistió. Dos orejas y serio toque de atención del de Cehegín, que merece más oportunidades.



Pablo Aguado dejó ya en su recibimiento varias verónicas de cartel de toros en el tercero de la tarde. Prólogo de la faena de canela en rama que iba a ejecutar el de Sevilla en Cehegín. Antes de la obra maravillosa que pudieron ver todos los presentes, que enchinó la piel, los subalternos Iván García y Pascual Mellinas saludaron tras cuajar un intenso y gran tercio de banderillas. Aguado pensó estar en La Maestranza y aprovechó la templada y lenta embestida del de Murube para parar el tiempo y hacer el toreo. Con la derecha se encajó y dejó monumentales derechazos, con la izquierda hubo cante grande, con naturales erguidos de sobresaliente. Faena que fue a más, muy artística y de gran calidad. Dejó una estocada contraría, pero al animal tardó mucho en caer. Descabelló dos veces, tuvo que volver a entrar a matar y perdió los máximos trofeos con el mal manejo del acero. Dio una vuelta al ruedo tras aviso. Pasó a la enfermería para que le trataran de un corte con la espada en la mano. El equipo médico le dio cuatro puntos de sutura.






El cuarto fue similar al primero de la tarde, toro flojito y de nula condición que se volvía y que no tenía cortó recorrido. Todo deslucido con el que Urdiales dejó algunos remates de gusto, pero con el que no pudo redondear nada. Mal lote para el de La Rioja que saludó una gran ovación tras finalizar su actuación.




El quinto se fue a los corrales por evidenciar extrema flojedad. En su lugar salió otro toro de Murube que también mostró debilidad en los primeros tercios. Antonio Cama saludó una ovación tras parear con elegancia y buen gusto al toro. La gente le espera. Su jefe de filas, después del éxito conseguido en el segundo de la tarde, siempre queriendo hacer las cosas bien, trató de sacar partido de un toro protestón y sin clase, con una embestida cansina. Toro de mala condición y un Antonio Puerta profeta en su tierra, con ganas de redondear la tarde. Mató de pinchazo y estocada y recogió la ovación de su gente.

El sexto no se dejó en los primeros tercios. Como sus hermanos adoleció de fuerzas y casta. Lejos de venirse abajo, Pablo Aguado tiró de nuevo de recursos y realizó otra faena llena de muletazos de gracia y arte. El trasteo no llegó a las cotas a las que llegó lo realizado con su primero, pero si tuvo emoción. La gente jaleó sus sentidos muletazos, en los que el sevillano se encajaba y paraba el tiempo. Temple exquisito y tarde reveladora la del debut de este sevillano en la Región de Murcia. Mató a la primera, se le pidió la oreja, pero el presidente, entendemos que, por el conjunto de la tarde, sacó los dos pañuelos a la vez, otorgándole las dos orejas.





Ficha:
Plaza de Toros de Cehegín (Murcia) Domingo 11 de septiembre. Corrida de Toros.
Toros de Murube, desiguales de presentación y juego. El 5º fue sobrero de la misma ganadería.
Diego Urdiales: Silencio y Ovación.
Antonio Puerta: Dos Orejas y Ovación.
Pablo Aguado: Vuelta al ruedo y Dos Orejas.
Incidencias: Se desmonteraron tras parear con espectacularidad Carlos Pacheco, en la lidia del 2º, e Iván García y Pascual Mellinas, en la lidia al tercero y Antonio Cama, en la lidia del 5º bis.
Pablo Aguado fue atendido de un corte en la mano a la finalización de la lidia del tercer toro. Se le dieron cuatro puntos de sutura pudiendo continuar la lidia.
Entrada: Un tercio.
Por Pedro M. Mellinas / Fotos: PEDRO LAFORET