Por mucho que la vida sea dura siempre hay motivos para ser feliz. Que se lo pregunten al torero ceheginero Antonio Puerta. A pesar del camino duro y difícil con el que la tauromaquia le ha premiado, no pierde la ilusión y coge cada compromiso como si de su confirmación en la plaza de toros de Las Ventas se tratara. Sabe que la constancia tiene premio y que como dijo ayer Morante en la corrida de la Beneficencia: “Después de tanto sufrimiento, puede venirle una tremenda alegría”.
Por lo pronto tiene Caravaca de la Cruz el próximo jueves. Para cualquier otro torero sería un festejo más, pero para él, de momento, es el más importante del año. Actuar junto al catedrático de los Miuras, “Rafaelillo”, honor torero de la Región de Murcia, y con Antonio Ferrera, figurón del toreo, ya es toda una responsabilidad. Una tremenda ventana para seguir cumpliendo sueños. Y como es lógico, no quiere fallar. Pretende subirse al tren para quien sabe si llamar a las puertas de Madrid. Le hace falta a él, pero también al toreo de la Región.
Antonio Puerta llega fino a la gran corrida de toros del día de Murcia. Todo el que ha tenido la oportunidad de verlo en el campo solo habla maravillas y no comprende como no le dan más oportunidades. Para cerrar el círculo de su puesta a punto ayer mató un toro en la finca jiennense de Guadalmena. Un toro con casi seis años, para no aliviarse, para probarse de verdad y comprobar su estado de forma. Pues bien, formó la mundial.
¿Han sacado ya su entrada para el día 9? Si no es así, están tardando. Si los de Albarreal le meten un poco la cara como ayer se lo hizo el toro de Guadalmena, los aficionados van a salir toreando de la plaza. No digan que no están avisados.
Puerta estuvo rotundo, rompiendo al toro por el pitón derecho y crujiéndolo por naturales. Toreo de verdad que emocionó hasta el mismo Curro Díaz, presente en la labor campera.
Aquí les dejamos algunas instantáneas:
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El Muletazo 