Con expectación y gran ambiente, casi lleno en los tendidos, regresaban los toros a la Región de Murcia este domingo. El levantamiento de las duras medidas anti-covid impuestas en la comunidad a los espectáculos taurinos, hacía posible el “mano a mano” entre los dos toreros que han llevado a lo más alto el prestigio taurino murciano en los últimos años, Rafael Rubio “Rafaelillo” y Paco Ureña.
La plaza de toros de Abarán era testigo de la conmemoración del 25 aniversario de alternativa de Rafael Rubio “Rafaelillo”. Al romper el paseíllo, la afición reconocía con una atronadora ovación la trayectoria del diestro del Barrio del Carmen, ovación que compartió generosamente con su compañero de cartel. Una leyenda en el ruedo, «25 años», recordaba la efeméride.
De rodillas recibía Rafaelillo al que abría plaza, para concluir el saludo con delantales rematados con una vistosa revolera. Se cambió el tercio con un picotazo, para intentar administrar la escasa fuerza del animal. Tras brindar al púbico, comenzó su actuación de muleta también de rodillas. Faena de «enfermero», condicionado con la flojedad de su oponente, lo que impidió ver al torero en su más conocida dimensión. Le puso la garra y el pundonor que le caracteriza, para conseguir conectar con el público. Tras media estocada, el toro cayó, siendo premiado con la primera oreja de la tarde.
Protestado de salida por su presentación el segundo, de nombre «Tresbolillo». Cumplió el trámite en los dos primeros tercios Paco Ureña, destacando un quite por delantales rematados con una gran media. Brindó la faena de muleta a su compañero de cartel, paisano y amigo, Rafaelillo. El lorquino ejecutó derechazos, naturales y pases de pecho de gran trazo, para terminar llegando al tendido cuando se metió entre los pitones. Recordó por momentos al gran Dámaso Gónzalez la forma de arrancar los muletazos en la corta distancia a un toro sin emoción alguna. Tras matar de estocada caída entera, fue premiado con una oreja.
Con largas cambiadas, verónicas, chicuelinas y una revolera, recibió Rafaelillo a «Torerío», levantando al público de sus asientos. Cumplió el «juanpedro» ante el picador, antes de venirse abajo en banderillas tras aparentemente lastimarse. Lo intentó con pundonor el torero franela en mano, consiguiendo meritorios pasajes ante un toro que no quería pelea. Lo puso todo el murciano, entre protestas y derrotes del animal, para conseguir cortarle la oreja tras matar al segundo intento.
Tras la merienda, turno de nuevo para Paco Ureña con «Reliquia». Sin historia ni emoción en los primeros tercios, llegó justo de fuerzas pero con nobleza a la muleta. Desplegó lo mejor de su concepto el lorquino, puro y vertical, llegando al aficionado cada vez con más fuerza. Cuando más encajado estaba, se vivieron momentos dramáticos cuando fue cogido de mala manera a la altura de la pantorrilla al ejecutar unas ajustadas manoletinas, volviéndolo a coger cuando se intentaba levantar. Se mantuvo en el ruedo para matar al toro, visiblemente herido. La entrega y la torería de Ureña, fue premiada con los máximos trofeos. 2 orejas y rabo que no paseó, al irse directamente a la enfermería. Allí, afortunadamente, solo se le descubrió un esguince en la rodilla derecha.
Con una larga cambiada recibió Rafaelillo al quinto de la tarde, que completó con unas vibrantes verónicas. Con bravura se comportó en el caballo «Racimo», llegando a derribar al picador en el primer intento, acudiendo 2 veces más al jaco con codicia. Brindó el diestro la faena a sus hijas y a su mujer. Cuando todo apuntaba al triunfo, desarrolló peligro el «juanpedro» y Rafaelilo tuvo que porfiar con él para intentar no resultar prendido en cada lance. Tuvo, eso si, emoción la faena, llena de garra, metiéndose al público en el bolsillo con la entrega que le caracteriza. Cazó al animal con la espada de forma efectiva, cortándole las 2 orejas.
Salió de la enfermería Paco Ureña para matar al que cerraba la tarde. En el recibo lo volvió a coger el toro con toda la fuerza estrellándolo contra las tablas. Se mascó la tragedia, viviéndose unos momentos dramáticos. Se lo llevaron a la enfermería de nuevo. Las primeras noticias que nos llegaban desde la enfermería eran tranquilizadoras, ya que la parecer presentaba varios golpes en el pecho, en el brazo y en la cabeza, sin cornada. Para descartar otras lesiones, era trasladado al hospital «Virgen de la Arrixaca» de Murcia. Más pendiente de la enfermería que del ruedo, continuó Rafaelillo la lidia para matarlo, siendo silenciado.
FOTOGALERÍA DE PACO SASTRE:
FOTOGALERÍA DE PEDRO LAFORET:
ÚLTIMA HORA DEL ESTADO DE SALUD DE PACO UREÑA: Según nos transmiten desde su propia cuadrilla, ya se conocen los resultados del TAC realizado en el hospital «Virgen de la Arrixaca» de Murcia, presentando una costilla rota y varias fisuras. Se queda ingresado en observación.

Rafaelillo no salió a hombros, pasando a la enfermería para ver a su compañero y amigo.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Abarán (Murcia). 6 Toros de Juan Pedro Domecq, escasos de presencia y de juego desigual. Entrada: Casi lleno.
Rafael Rubio “Rafaelillo”, 1 oreja, 1 oreja, 2 orejas y silencio en el que mató por Ureña.
Paco Ureña, 1 oreja, 2 orejas y rabo y herido.
Crónica: Fran Pérez
Fotografías: Pedro N. Laforet, Paco Sastre y Toromedia