Castilla y León presentará próximamente un certamen de novilladas sin caballos que se celebrará con la misma filosofía de los que ya se llevan a cabo en Extremadura, Madrid, Castilla La Mancha o Andalucía. Una filosofía que no es otra que fomentar la tauromaquia y apostar por el futuro de la Fiesta, además de lanzar nuevos valores del toreo.
El equipo de Gobierno que preside Alfonso Fernández Mañueco pretende ayudar a los profesionales taurinos ante el incierto y duro momento que se encuentran con motivo de la pandemia del coronavirus que tiene la temporada prácticamente paralizada. Entre las medidas que baraja está este certamen que viene como agua de mayo para revitalizar las raíces del toreo.
El nuevo certamen que perfila el Gobierno castellanoleonés estará compuesto por nueve novilladas sin picadores, distribuidas en seis festejos iniciales con la participación de dieciocho espadas en total, de los que se elegirán a seis, que tomarán parte en las dos semifinales del ciclo (tres novilleros en cada una de ellas que saldrán de los más destacados de la primera fase) y una prueba final con los tres jóvenes más destacados. Además en el certamen participaran cuadrillas compuestas íntegramente por profesionales taurinos de Castilla y León.
En principio, la intención de los organizadores es que las novilladas se celebren en diferentes plazas de tercera categoría de la comunidad, una por cada provincia, y que las semifinales y la final pasen a celebrarse en plazas de más categoría, como podría ser la plaza de toros de “La Glorieta” de Salamanca o Valladolid.
El Gobierno autonómico baraja fechas entre septiembre y octubre para la realización de un certamen que va a nacer gracias a la propuesta e implicación de la federación de peñas y clubes taurinos de Salamanca.
Mientras, en Murcia, la idea que propusimos hace unas semanas de la creación de un certamen de Fomento de la Cultura Taurina en la Región, que tuvo una gran acogida entre los profesionales y aficionados a los toros de esta tierra, sigue guardada en el cajón del Gobierno de la Comunidad por falta de presupuesto.
El certamen que propusimos estaba compuesto por 7 novilladas sin caballos en clase práctica, 4 de ellas en modo selección, donde participarían 12 alumnos de diferentes escuelas taurinas. De esos 12 puestos, seis serían para novilleros de la Región de Murcia y otros 6 para alumnos de escuelas que facilitaran que los nuestros estén también presentes en sus certámenes o novilladas que organicen a lo largo del año.
Los seis mejores de esa fase de selección, se encuadrarían en dos novilladas a modo de semifinales. La final, y último festejo del ciclo, estaría compuesto por los 3 alumnos mejores de las semifinales.
La puntuación de los alumnos correría a cargo de un jurado experto, compuesto por gentes de prestigio del mundo del toro de la Región de Murcia y que no tengan ninguna vinculación con las escuelas taurinas, además de un representante del gobierno regional y otro de la afición, puesto este que escogería la Federación de entidades taurinas de la Región de Murcia.
Pero no solo del jurado experto correría la puntuación, ya que la afición también tendría voz y voto. Para ello se habilitaría por redes sociales una aplicación donde los espectadores pudieran votar por su novillero favorito. Una puntuación que se sumaría a la del jurado experto.
Lógicamente, cuando decimos espectadores pensamos más allá de los que puedan ir a la plaza (siempre y cuando las medidas sanitarias lo permitan), y es que estos festejos serían televisados en directo por la televisión autonómica de la Región de Murcia, La 7.
El ganador del certamen se ganaría un puesto de novillero con caballos en la feria de Murcia o en la de Calasparra, cuando el novillero tuviera a bien participar en ellas (O bien su debut con caballos en Murcia, o una oportunidad de oro en la feria del Arroz).
En los festejos descritos actuarían profesionales del toro de la Región de Murcia que formarían parte de las cuadrillas de los participantes. Dos subalternos por novillero, además de dos profesionales más que ejerzan la labor de terceros en la lidia y de sustitutos de sus compañeros en caso de que alguno resulte lesionado. Además cada novillero llevaría a un mozo de espadas. (En cualquier caso esta media habría que consensuarla con ellos, aunque, bajo nuestro punto de vista, siempre sería mejor esto que nada)
Las novilladas se celebrarían en las plazas de toros de obra de la Región de Murcia, pudiéndose contemplar también la portátil en la fase de selección, si algún Ayuntamiento sin plaza de toros muestra interés por acoger algún festejo. Por ejemplo, las selecciones podrían celebrarse en las plazas de Abarán, Cieza, Yecla y Cehegín. Las semifinales en Calasparra y Lorca (si Sutullena ya está operativa) y la final en Murcia. Cada año se irán rotando las plazas de toros para las semifinales, excepto Murcia, que siempre acogería la final.
Para que el proyecto sea un éxito, es indispensable que las asociaciones taurinas, peñas y clubes taurinos de la Región se vuelquen con él. Para ello se fomentaría que estos pudieran llevar a sus socios a los festejos sin coste alguno para su bolsillo. Además, antes del certamen los novilleros pasarían por estas peñas para hacer una declaración de intenciones y crear expectación antes de que se celebrara el sorteo de los puestos de las fases de selección. El sorteo se volvería a repetir para conformar los carteles de las semifinales con los seis mejores novilleros.
Esto es solo un borrador, tiene margen de mejora y más puntos por incluir, pero instamos a todos los estamentos taurinos de la Región de Murcia y a su Gobierno a que lo estudien y valoren su puesta en marcha.
Es el momento de apostar por la fiesta más allá de la foto con el capote. Son necesarios hechos.
Si en otras comunidades pueden, ¿Por qué en Murcia no?
Imaginen si esto pudiera materializarse:
Fran Pérez @frantrapiotoros