Salamanca es una preciosidad. En sus majestuosas dehesas aún perduran muchos y variados encastes, que son autentico patrimonio de la cabaña brava y de nuestra cultura. En el caso que nos ocupa, se trata de un encaste con unas connotaciones fenotípicas y genotípicas muy especiales, y de una expresividad visual brutal. Nos referimos al encaste Vega-Villar, y en concreto, de la ganadería de Barcial.
Antes de adentrarnos más detenidamente en el contenido de esta entrada, vamos a hacer un pequeño recorrido por la historia de la ganadería. El encaste Vega-Villar lo forma José Vega en 1910, al cruzar dos sangres tan distintas como vacas de Veragua, con sementales de Santa Coloma. A él lo que realmente le interesaba era el cruce de ambas sangres. Así pues, se deshizo de los dos sementales de Santa Coloma (Cuchareto-22 y Fuentecillo-107) vendiéndoselos a los hermanos Leonardo, Melquiades y Samuel Flores y Flores (Samuel Hermanos). En 1914, José Vega, vende la ganadería a los hermanos zamoranos Francisco y Victorio Villar. Ambos hermanos permanecen juntos hasta que separan sobre 1922, y reparten la ganadería la mitad para cada uno.
Victorio vende su parte, a José Encinas que la mantiene hasta 1939. Ese año la vende a la viuda de José María Galache, doña Caridad Cobaleda Marcos junto con sus hijos Francisco, Salustiano y Eusebia Galache Cobaleda.
En 1928 don Francisco Villar vendió su parte a don Arturo Sánchez Cobaleda y, a su muerte, en 1942, pasó a sus hijos, dividiéndose en 1950 y correspondiendo uno de los lotes a don Jesús Sánchez Cobaleda que anunció a nombre de la finca “Barcial”. Por fallecimiento de don Jesús, en 1960, pasó sus herederos y posteriormente a don Arturo Cobaleda González, actual propietario. Ahora las riendas de la ganadería las lleva su hijo Jesús Cobaleda Zapatero.
Visitar La Torre, finca donde esta ganadería tiene los machos, es siempre un lujo. Lujo por la espectacularidad de la finca, enorme, que luce esplendorosa, aunque la primavera de este año 2023 ha sido una catástrofe. Lujo por ver estos animales, como decía, con esa expresividad visual, donde los pelos berrendos, con todos sus accidentales, unido al verde del campo y las impresionantes encinas centenarias, hacen al visitante quedarse auténticamente sin palabras. Y lujo por las personas que forman el equipo de Barcial. Pasear con Belisario Baz, el mayoral, por los amplios cerrados de La Torre, es todo un placer por su simpatía, cercanía y su predisposición a colaborar en todo. Belisario, o Beli como le llama todo el mundo, nos llevó a recorrer todos y cada uno de los cercados y nos fue explicando, aparte de la historia de la ganadería, los diferentes lotes de animales, sus particularidades y sus destinos. El recorrido lo hicimos despacio para poder admirar la belleza de estos animales. Conversación amena, cordial y distendida donde se aprenden muchos aspectos desconocidos de la vida del toro en el campo. La verdad que los visitantes nos vamos de esta casa con la sensación de haber vivido y haber visto algo único. Muchos son los que repetimos y no es para menos.
Os mostramos los novillos de donde saldrá la novillada que se lidiará en la próxima feria del arroz de Calasparra (Murcia), y que se celebrará el próximo mes de septiembre. Feria importantísima de novilladas, en la cual, repite Barcial después del éxito del año pasado, donde se llevaron el premio de la Asociación El Quite de Calasparra al Mejor novillo de la Feria del Arroz 2022 con “Batanerito” nº 99.
En los novillos seleccionados se pueden leer nombres de las reatas más ilustres de la ganadería: Lunero, Cidrón, Rodanero, Muñolero, Coleterón, Cacharrero o Granicerón, entre otros. Como verán son familias de toda la vida, prototípicos del encaste Vega-Villar, muy de la casa Barcial. Hay que destacar que las fotos se han realizado en el mes de abril, y quedan aún cinco meses para su lidia. Aun con esos meses que quedan por delante para su lidia, los animales ya lucen un cuajo y unas hechuras impresionantes, muy en el tipo de este encaste y de esta ganadería, y que con esos cinco meses que aún restan, con lo que ello conlleva de alimentación y remate, será un lote de auténtica categoría para una feria de categoría como la de Calasparra. Deseamos toda la suerte del mundo a Jesús Cobaleda, y a todo su equipo, porque su lucha y tesón en mantener un encaste tan bonito como este, siga deparándole tantas alegrías. Su triunfo, será el triunfo de la afición, y será el triunfo de la fiesta.










Publicado por cortesía de @hierroydivisa