Los que lo han visto torear en el campo lo tienen claro. Está como decía el maestro Chenel: «Para echárselo a José Tomás». Pero vamos, no es ningún misterio, porque ya lo demostró el pasado año en plazas de entidad y en las ferias más importantes de novilladas. Sin duda, su tarde de la feria de San Isidro de Madrid del pasado año, donde causó un gran impacto por su excelente manera de interpretar el toreo y por su valor a prueba de bombas, le abrió un sitio de privilegio entre los aficionados. El palco le ninguneó una oreja ganada a ley, pero en la fiesta de los toros, sigue ganando la alta costura y no el prêt-à-porter. La distinción como el mejor camino para llegar a la cumbre. En la Región de Murcia todavía se habla de lo rotundo que estuvo en la pasada feria de la capital y del tremendo valor mostrado en Calasparra, donde pagó con sangre su arrojo, pero se mantuvo en el ruedo sin aspavientos, terminando su labor con solvencia. Si ese novillo de Fuente Ymbro no lo mete en la enfermería y sale a torear al otro que le correspondió en suerte, la Espiga de Oro no hubiera tenido un ganador tan claro.
Jorge Martínez es un novillero esperado, pero los que mandan en la fiesta de los toros, se fijan más en los intereses de los despachos que en las demandas de los aficionados. Por eso, lamentablemente, no está anunciado en Valencia, la primera gran feria de la temporada. De momento, la campaña 2023 de Martínez gira en torno a tres fechas claves, una la del 7 de mayo en la Real Maestranza de Sevilla, en la primera novillada del abono hispalense, otra el 23 de mayo en la segunda novillada de la Feria de San Isidro de Madrid y la última, sin fecha ni lugar asignado, pero sin con todo el merecimiento del mundo, porque en una temporada ya ha dicho más que algún torero, la de la alternativa.
Estos días, el de Totana ha estado tentado en la ganadería de Núñez de Tarifa dejando imágenes como las que le mostramos a continuación:
Se avecinan emociones fuertes con él.
@elmuletazo
El Muletazo 