Los creyentes se aferraron al milagro de la Virgen de la Esperanza, los agnósticos a la casualidad pura y dura, pero lo que queda claro es que la tragedia sobrevoló la plaza de toros portátil de Calasparra ayer sábado, 3 de septiembre, en la primera novillada de la Feria del Arroz.
La satisfacción de todos los aficionados al verle feliz paseando la oreja del tercer “Barcial” del festejo contrarrestó con el nudo en la garganta, el estupor, y el mismo miedo, de verle entre los pitones del sexto, que lo estrelló contra las tablas cuando lo recibía de capote, poniéndole los pitones en sitios realmente peligrosos y angustiosos. Lo zarandeó como un trapo “Rondo”, que se ensañó con él de manera dramática. Todo el mundo pensaba lo peor. Que la llevaba gorda en un costado, que le había abierto la espalda por la mitad, que iba……., pero no, afortunadamente no.
Son las cosas de querer ser torero, pasas de la gloria a la misma tragedia, en cuestión de momentos, por eso, aunque resulte tan duro, este espectáculo es único, donde no hay trampa ni cartón, donde un chaval, en la misma enfermería, con más cardenales por el cuerpo que el Concilio Vaticano, ya pedía torear en Yecla el domingo 18.
José María Trigueros volvió a nacer, y eligió de nuevo ser torero, ¡Qué cosa más grande!
En la enfermería se le detectó un “traumatismo craneal con herida hemorrágica en cuero cabelludo que se sutura con 12 puntos. Herida contusa en hombro derecho y hematoma en tibia derecha”. Entró estable y consciente con exploración neurológica normal. Fue trasladado al hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia para estudio radiológico con pronóstico reservado.
Durante toda la madrugada fue sometido a diferentes pruebas médicas para determinar si había más secuelas de la enorme paliza recibida. Preocupaba el traumatismo craneal, pero el scanner realizado descartó el peligro. Sobre las cuatro de la mañana fue dado de alta para guardar reposo y descansar en su domicilio.
En un comunicado, el novillero de Javalí Nuevo agradece públicamente en especial la gran labor que realizaron el Dr. D. Ricardo Robles y todo su equipo médico en la enfermería de la plaza, así como el temple y la serenidad que tuvieron.
Por otro lado, también quiere expresar su agradecimiento a todos los compañeros de profesión que están transmitiéndole fuerzas con mensajes de apoyo y a la afición por tantas muestras de preocupación y cariño tras el percance y de interés sobre su estado de salud.
SECUENCIAS DE LA ESPANTOSA COGIDA:










SECUENCIA 2:











@elmuletazo / FOTOS: PACO SASTRE