PROFUNDA OBRA DE «RAFAELILLO» CON UN EXIGENTE CUADRI EN MONT DE MARSAN

El torero murciano Rafael Rubio “Rafaelillo” afrontó este viernes, 22 de julio, otro compromiso importante en su temporada 2022. Tras dejar grandes sensaciones en Madrid y Pamplona, el aguerrido diestro volvió a dejar muestra de su categoría en la plaza francesa de Mont de Marsan, donde estoqueó toros de Cuadri en compañía de Octavio Chacón y Damián Castaño. Plato torista de la Feria de la Madelaine donde nuestro paisano no defraudó.

Rafaelillo recibió al primero de Cuadri con una larga cambiada en el tercio, antes de dos varas. Quite de Octavio Chacón por delantales. En banderillas planteó problemas para la cuadrilla para poner los palos. Al público brindó Rafaelillo, que comenzó la faena pegado a tablas con la mano derecha. El toro era tardo y agarrado al piso, y cambiando la mano con la zurda mejoró el de Cuadri, pero se volvió a parar. Porfió Rubio con él y consiguió sacarle dos buenas tandas finales, terminado con un desplante rodilla en tierra ante el toro. Dos pinchazos y dos descabellos evitaron el premio. Ovación con saludos tras aviso.

Octavio Chacón se topó con un segundo ejemplar de nulas posibilidades. El gaditano se esforzó, pero nada tomó vuelo. Silencio.

El tercero ofreció grandes embestidas en los primeros tercios. El animal era de lio gordo y el salmantino Damián Castaño lo cuidó para dar lo mejor de si en la muleta. Pero el destino deparó que tras una serie intensa de derechazos todas las esperanzas se acabaran. Y es que el encastado Cuadri se lastimó una mano y no pudo dar en la plaza el buen fondo que tenía dentro. Castaño decidió abreviar, aunque se atascó con los aceros. Silencio.

Importante fue la labor de “Rafaelillo” con el cuarto. El torero dio una lección magistral de valentía que intercaló con un toreo sentido y profundo que encandiló a los más exigentes aficionados franceses. El de Cuadri tuvo poder y transmisión y el murciano cuajó una redondísima faena. Todo el trasteo estuvo coronado por una enorme profundidad, tanto por el toro, exigente y vendiendo caras sus acometidas; como por el torero, que se sacó de esa enorme chistera de garrra y pundonor, un valor a prueba de bombas. Mont de Marsan se le entregó en una faena cumbre en la que además de estar soberbio por el pitón derecho pegó unas excelentes tandas de naturales. Mató de estocada entera, algo que desencadenó la petición de las dos orejas. El palco estuvo cicatero y tan solo concedió un trofeo. “Rafaelillo” fue obligado a dar dos vueltas al ruedo.

El castaño quinto también mostró condiciones para el triunfo. Octavio Chacón estuvo voluntarioso con él, pero sin llegar a explotar las mejores cualidades del animal. El público se dio cuenta de que no había entendimiento y silenció la labor del gaditano. El toro se fue entre los aplausos del respetable.

Silenciado resultó en el cierraplaza Damián Castaño, otro buen toro noble, aplaudido también en su salida al ruedo por su gran presentación. Falto de motor el animal, no le dejó tampoco lucimiento en el capote, hizo una correcta pelea en varas. En el centro del anillo en el inicio muleteril, por la derecha, endosándole una segunda serie en redondo por el mismo lado; también al natural dejó algún muletazo de mérito. Pero lo emborronó todo con un metisaca y un espadazo desprendido.

Ficha:

Plaza de toros de Mont de Marsan, Francia. Viernes 22 de Julio. Cuarta de abono. Corrida de toros.

Toros de Herederos de Celestino Cuadri.

Rafaelillo: Ovación con saludos tras aviso y Oreja con petición de la segunda.

Octavio Chacón: silencio y silencio.

Damián Castaño: silencio y silencio.

Entrada: Tres cuartos de plaza

@elmuletazo / José Antonio Niño

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