La dichosa pandemia, la coyuntura económica, la guerra…a lo que hay que añadir la reducción de festejos y el alto precio de los piensos y la energía, está propiciando el cierre de ganaderías de bravo, o la reducción de efectivos en el mejor de los casos, o la “parada técnica” de otras.
Algunas siguen luchando por mantenerse e intentar buscar la manera de reducir perdidas o incluso llegar a poder llegar a cierta rentabilidad, ahora que parece que los precios del ganado apuntan a recuperarse. A ganaderías modestas como la de “Los Lastrones”, les cuesta meter la cabeza en las ferias, pero no por eso dejan de luchar por tener su hueco en este mundillo tan cerrado.
Dicen que vienen años con escasez de novillos y toros, quien no ha reducido sus efectivos ni las parideras, piensan en dejar los erales fuertes para novillos y estos para toros, aunque hay otros que, sin embargo, se los quitan en cuanto pueden.
La divisa abulense que pasta en la Sierra de Cebreros, tiene erales fuertes y novillos que apuntan alto cuando pasen a cuatreños, algunos aún están sin vender, pero si el mercado apunta a dejarlos para años venideros, no habría problema en hacerlo según los ganaderos.
Sus Domecq (vía El Montecillo) están listos para ser lidiados. Deseamos suerte a los hermanos Luis y Daniel González Reviejo, que no cejan en su empeño de sacar adelante su ganadería.





















Fotos y Texto: Javier Salamanca