PACO UREÑA VUELVE POR SUS FUEROS EN ALBACETE Y CORTA UNA OREJA EN LA «CORRIDA DE ASPRONA». MORANTE PONE EL ARTE Y CABALLERO SE LLEVA LA TARDE

Comparecía Paco Ureña en la sofocante tarde de este domingo en su plaza talismán de Albacete. En un cartel de auténtico lujo y en una de las fechas con más emblemáticas del calendario taurino, la corrida a beneficio de Asprona, que este año alcanza su edición número cincuenta y cuya historia siempre permanecerá unida al gran diestro albaceteño Dámaso González, suegro del torero lorquino. No menos unido a la historia del festival estuvo durante años Manuel Caballero padre, recogiendo su hijo el testigo en esta primera edición post-pandemia.

Abrió la tarde Morante de la Puebla ante un terciado animal de Daniel Ruiz.  Protestó sin permitir el lucimiento en los primeros tercios. Lo intentó el sevillano con la muleta ofreciendo detalles de arte marca de la casa, sin llegar a ligar series por la escasez de fuerza y transmisión del animal. No estuvo acertado con el descabello, siendo silenciada su labor y pitado el toro en el arrastre.

Recibió con brillantez a la verónica Paco Ureña al primero de su lote. Arrancó la primera gran ovación de la tarde un ajustado quite por chicuelinas.  Cuidando mucho las fuerzas del toro, llegó a la muleta permitiéndole al lorquino ofrecer su mejor versión. Series rotundas y puras, destacando una tanda por la derecha de gran dimensión. El público se entregó a Ureña y aunque pinchó por dos veces antes de cobrar la estocada, cortó la primera oreja de la tarde.

Manuel Caballero no acusó la presión de comparecer ante los suyos por primera vez desde que debutó con los del castoreño. La falta de fuerza de su novillo, le obligó a hacer una faena “de enfermero”, que contó con el apoyo y comprensión del sus paisanos. Tenía la oreja en sus manos, pero tras pinchar por dos veces, el premio se quedó en una gran ovación.

Cuando parecía que Morante de la Puebla iba a pasar de puntillas, las musas se hicieron presentes cuando cogió la muleta. Toreando en el sitio de la verdad, con templanza, variedad y calidad infinita, enloqueció a los presentes. Naturales rotundos que eran obras de arte y quedarán en el recuerdo. La estocada final, pese a estar en buen sitio, no tuvo el efecto deseado y tuvo que utilizar el descabello en dos ocasiones, lo que dejó el premio en una oreja con fuerte petición de la segunda que el presidente decidió no conceder.

Noble y sin transmisión fue el de Daniel Ruiz lidiado en quinto lugar. Siendo el mejor presentado, no permitió a Paco Ureña rendondear su actuación. Buen recibo capotero y buen quite por gaoneras precedieron al brindis al público mostrando su determinación de abrir la puerta grande de «La Chata» una vez más. La poca gracia del toro impidió la rotundidad pero permitió ver que Ureña no ha perdido ni un ápice de la condición que le permitió contistar al mundo en la temporada anterior a la pandemia. De haber matado a la primera hubiese cortado una oreja pero el fallo con el acero dejó el premio en una gran ovación.

Dimensión enorme la que ofreció Manuel Caballero en el que cerraba la tarde, cuya muerte brindó a su hermano. Albacete tiene un torero, que desmostró que es capaz de aprovechar la buena condición del novillo ejecutando con brillantez el toreo fundamental, y también de tirar de bragueta cuando el animal se apagó. Acertó en la suerte suprema y le fueron pedidas unánimente y concedidas las dos orejas para llevarsela tarde ante la atenta mirada de dos toreros consagrados. Salió por la puerta grande escoltado por los alumnos de la Escuela Taurina de Albacete.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Albacete. Corrida de toros mixta. Media entrada. Toros y novillos de Daniel Ruiz para:

Morante de la Puebla, silencio y 1 oreja.

Paco Ureña, 1 oreja y ovación

Manuel Caballero (novillero con picadores), ovación y 2 orejas.

Texto Fran Pérez / Fotos: ANFT Asociación nacional de fotógrafos taurinos

Los comentarios están cerrados.

Crea un sitio web o blog en WordPress.com

Subir ↑

A %d blogueros les gusta esto: