El pasado sábado 24 de mayo, la ganadería yeclana de Nazario Ibáñez, situada en la finca Las Moratillas, fue el escenario de una apasionante jornada campera que reunió a los socios del Club Taurino de Benidorm. Como protagonista de la jornada, el joven novillero murciano Jorge Infer dejó su impronta en un tentadero cargado de afición, aprendizaje y emoción.
Desde primeras horas de la mañana, los asistentes recorrieron los cercados donde pastan los toros de lidia, conociendo de cerca la exigente selección genética y el cuidado que se les brinda en esta vacada dirigida por Jorge Ibáñez que tiene por delante compromisos en plazas como las de Albacete o Calasparra. La riqueza del entorno natural y la majestuosidad de los ejemplares fueron el perfecto marco para una mañana de puro campo bravo.
Uno de los momentos más esperados llegó con la tienta de una res, en la que Jorge derrochó temple y entrega, ante la atenta mirada de los socios. Sus muletazos cargados de arte y valor hicieron vibrar a los asistentes, dejando patente su evolución y madurez, que debe refrendar ahora en las plazas de toros. Con cada pase, Infer demostró la importancia del entrenamiento en el campo, donde la conexión entre torero y animal se afianza y se perfecciona.



La jornada continuó con un almuerzo de hermandad en el cortijo de la finca, donde los asistentes disfrutaron de la gastronomía tradicional del campo. Entre tertulias taurinas y anécdotas, el ambiente se tornó aún más especial, con el novillero compartiendo sus experiencias en el mundo del toro y sus ilusiones de cara a próximos compromisos que le tiene cerrados su apoderado, Daniel Oliver.
@elmuletazo
