LA CONTRACRÓNICA DE LORCA: VIENTO DE TRIUNFO PARA «TODOS» Y OTRAS COSAS QUE MEJORAR…

La plaza de toros de Lorca se vistió de gala ayer para acoger la corrida de toros del Sábado de Gloria, un evento que en la nueva etapa del Coso de Sutullena tras su reconstrucción tiene visos de convertirse en tradicional, por mucho que no le guste a los 10 o 12 que estaban con sus pancartitas, haciendo el ridículo, en las inmediaciones. La tradición la marcan los públicos, los asistentes, el apoyo masivo y, de momento, los festejos taurinos en la Ciudad del Sol gozan de una vigorosa salud, pero, ojo, que, aunque se cuente con el respaldo de la gente, también hay que saber cuidar a esta. De lo contrario, las calvas de cemento irán creciendo. Duele decirlo, pero, pese a la buenísima respuesta de público, ya se notó la alopecia en los tendidos ayer, y la culpa no fue solo de la ausencia del cartel de José María Manzanares, bien sustituido, y a los resultados del festejo me remito, por un gran Emilio de Justo. ¡Está para partir en dos las ferias!

A la política de precios hay que darle la vuelta. Ir a los toros a Lorca, o a cualquier sitio, exceptuando algunos puntos, es caro. No podemos convertir un espectáculo del pueblo en un privilegio para las elites, y más en una plaza gestionada, a priori, por un ayuntamiento que debe mirar por todos y cada uno de los ciudadanos sin pensar en el negocio de los taurinos. No veas como llega dentro, y ayer me pasó, cuando te dicen que no van a los toros porque si compran una entrada lo de llegar a final de mes es algo imposible. Sinceramente, la fiesta de los toros no está para dejarse clientes fuera de las plazas, está para enseñarla, para mostrarla, para hacerla crecer, y eso se hace hasta dejando que la gente pueda ver los toros en los corrales por la mañana. Cuando no se permiten ver ciertas cosas, pues a la gente le da por pensar que hay gato encerrado…

Metiéndonos en harina de los que se produjo ayer en el festejo hay que decir bien alto que un escenario tan magnífico como el Coso de Sutullena no puede tener un piso de plaza tan desastroso. Ya van tres festejos y no se ha dado aún con la tecla para que los intervinientes en las corridas de toros se sientan seguros. Ver a las mulas de arrastre trajillar la plaza en un par de ocasiones convierte un festejo serio en una película de Luis García Berlanga. A eso súmenle el desfile del callejón en donde se situaban gentes que nada tienen que ver con lo de ser profesional taurino o profesional de la información taurina gráfica. Ese lugar debe ser única y exclusivamente para profesionales, todos los demás, amigos de gañote y postureos varios, al tendido. Algún día, espero que nunca, pudiera producirse algo que todos lo lamentaremos.

Diego Ventura ofreció una muestra de lo gran rejoneador que es. La pena es que desbarató todo lo realizado con el rejón de muerte. Ayer fue una calamidad usándolo, perdiendo el triunfo y la posibilidad de acompañar a sus compañeros de cartel a hombros. Su primer oponente fue de dulce. El toro de San Pelayo colaboró y mucho con el jinete de la Puebla del Río que gustó a la hora de llevar las embestidas del toro cosidas a la grupa de su cabalgadura. Cuajó una faena magnifica, pero todo se esfumó. La oreja le llegó en el cuarto, donde estuvo más descentrado ante un animal que se paró mucho, sobre todo porque le colocó un segundo rejón de castigo.

Paco Ureña toreó ayer su primera corrida de toros de luces esta temporada tras suspenderse en la que iba a participar en las pasadas Fallas de Valencia. El primer animal de Victoriano del Río que le tocó en suerte fue un autentico inválido. Salió de chiqueros ya muy medido de fuerza y besó el patatal de albero de Sutullena en varias ocasiones. Pese a las protestas, el bicho se mantuvo en el ruedo, y poco a poco fue afianzándose para no caerse, parte de culpa la tuvo un Paco Ureña super templado que consiguió realizar una faena de altura, destacando lo realizado por el pitón izquierdo donde se emborrachó de torear al natural de verdad. La pena es que el conjunto quedó minimizado por la poca trasmisión de su oponente, que con dos puntos más de fuerza, hubiese sido de lio gordo. La noticia es que Paco utilizó la tizona con acierto, que no es poco en una temporada en la que no se le puede escapar nada. Le dieron las dos orejas.

Otra paseó del segundo de su lote, un toro brutote y con genio de Victoriano del Río que no ofreció nada de lucimiento. Se afanó el de Lorca para lucirse y mató con solvencia. No tendrá queja el lorquino del cariño de sus paisanos.

Emilio de Justo se presentó en Lorca dejando patente su sello de máxima calidad. Con el tercero, primero de su lote, arriesgó y se puso como en una plaza importante para sacarle partido a un toro que pedía el carné de torero para sacarle el fondo. Y de Justo no es que le sacara el fondo, es que lo exprimió para cuajar una faena sensacional, de intensidad y emoción que conquistó al público. ¡Qué importante es en la fiesta la emoción! Faena brillantísima por ambos pitones en donde mezcló la intensidad con la clase, la profundidad y la torería. La maldita espada dejó la obra solo en una oreja, pero si llega a matarlo allí se piden hasta las patas del toro.

El sexto, “Burbuquejo” de nombre, del hierro del Toros de Cortés, con esos goterones de Atanasio que tiene el segundo hierro de Victoriano del Río, fue extraordinario. Un excelente toro, ovacionado en el arrastre, con el que Emilio de Justo volvió a formar la marimorena. Ya desde el inicio bordó el toreo a la verónica. El toro humilló y acometió a la muleta con bravura pese a que las cuadrillas no lo trataron bien en el primer y segundo tercio. De Justo se coronó en Lorca y enseñó a esos que venían a ver a Manzanares que el toreo actual pasa por él. Faena de cante grande y dos orejas del tirón. Por una vez en Semana Santa un torero puso de acuerdo a Blancos y Azules para agitar los pañuelos. Su entrega bien merece volver por Lorca.

Y poco he hablado del viento, un vendaval, por lo que magnifica lo realizado por los toreros, que tuvieron también que torearlo.

Por cierto, ya basta de que las cuadrillas, sea en la plaza que sea, pidan las orejas cual mercaderes en el ruedo, levantando deditos y arreando al público más desconocedor. Ahora que está de moda hacer nuevos reglamentos taurinos incluiría sanción para todos aquellos subalternos y miembros de una cuadrilla que lo hagan.

ESTA ES LA FOTOGALERÍA DE PACO SASTRE DEL FESTEJO DEL AYER EN LORCA:

Por Fran Pérez para @elmuletazo / Fotos: Paco Sastre

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