Ayer sábado, en la plaza de toros mexicana “Silverio Pérez” de Texcoco, se produjo el feliz regreso a los ruedos “de luces” del zacatecano César Pacheco. Una excelente noticia que acontece prácticamente 7 meses después de que el novillero casi perdiera la vida en Calasparra a consecuencia de la terrible cornada que un novillo de “Los Chospes” le asestó en el cuello. Cuando parecía que la Villa del Arroz se teñía de negro duelo, la intervención providencial del banderillero Jesús Fernández y el trabajo mágico del Doctor Ricardo Robles y todo su equipo médico obraron el milagro.
Se salvó al hombre, que dadas las circunstancias era todo un logro. Después entró en juego la ambición, ganas y amor por la fiesta de este joven mexicano (ahora mitad murciano) que también ha conseguido en un tiempo récord volver a la senda en su pretensión de querer ser torero: “El proceso de recuperación todavía sigue, pues, aunque la cornada en el cuello fue muy grave; la de la axila, que se le dio menos importancia, me ha dado muchos problemas por las lesiones que me provocó, en especial en los nervios. Físicamente ha sido doloroso y cansado. Mentalmente también ha sido muy duro, pero puedo decir, contra lo que todos pensaban, que ya estoy preparado para torear”

Aunque su vuelta a la cara del toro no se tradujo en triunfo, César si dejó en el ruedo de Texcoco su ilusión y entrega. Perdió una oreja tras fallar con la espada en el novillo de su regreso al que realizó una faena notable por ambos pitones, dejando su clase y gusto. Con el segundo de su lote, muy deslucido, nada pudo hacer para conseguir el lucimiento. Más allá del corte de orejas estuvo la satisfacción de saberse de nuevo en el sitio adecuado para dinamizarse como torero. Le queda por delante un año de volver a saborear la profesión en busca de sus sueños. Calasparra, por septiembre, le debe el regreso a su Feria Taurina del Arroz.
Pacheco compartió cartel con los novilleros Juan Querencia, Borja Ximelis y Nacho Torrejón, enfrentándose a ejemplares de la ganadería Atlanga. Torrejón fue el único en tocar pelo en el cuarto del festejo, paseando una oreja.
@elmuletazo
