“Tardes de Soledad”, el film de Albert Serra calificado por la crítica como “Obra Maestra” y que ha ganado la Concha de Oro del festival de Cine de San Sebastián se ha estrenado en los cines este viernes 7 de marzo.
El documental, que tiene como protagonista al matador de toros Andrés Roca Rey, ha supuesto toda una revolución cultural para la tauromaquia. De hecho, su director ha recogido recientemente el Premio Nacional de Tauromaquia otorgado por el Senado, la Junta de Andalucía, Cantabria, Región de Murcia, Comunidad Valenciana, Gobierno de Aragón, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Junta de Extremadura, Comunidad de Madrid, Junta de Castilla y León y la Fundación Toro de Lidia, tras la supresión del Gobierno nacional actual a instancias del ministro de Cultura, Ernest Urtasun.
“Tardes de soledad” no se puede calificar como una película exclusivamente taurina, ya que los contrarios a la fiesta de los toros tampoco están a disgusto con ella. Serra ha sabido equilibrar la balanza. Un aficionado sale satisfecho por la verdad sin alaracas que muestra de la tauromaquia y un antitaurino sale con argumentos reforzados por la crudeza y violencia que desprende. Lo mejor es que la estética y la plasticidad envuelven a la obra para hacerla destacar muchísimo y diferenciarla de lo que es una retransmisión taurina de televisión; y a la vez, los sonidos limpios, como los clarines que hielan o el brotar del plasma, los planos directos, o el silencio que corta, ayudan a reforzar la idea del miedo, la responsabilidad, el honor, la gloria, el fracaso, la vida y la muerte que distinguen a la tauromaquia de otros espectáculos y que la hacen única. Las reflexiones de Roca Rey en el coche de cuadrillas son impactantes y brutal es el momento en el que se muestra como se viste de luces o como aguarda el momento de salir a la plaza en la capilla. No hacen falta diálogos, porque la imagen habla por si sola. Además, se descubre también como hablan o alientan los subalternos al torero cuando está en el ruedo, produciéndose un momento que se disfraza de gracioso pero que encierra el mayor de los respetos.
Por todo lo relatado, el visionado de este documental, por lo que representa para la fiesta de los toros en estos tiempos donde está perseguida y vilipendiada, se hace imprescindible para cualquier aficionado a la par que la serie Juncal. No nos atrevemos a decir si es o no la mejor película de toros de la historia, para eso tienen que verla y sacar sus propias conclusiones.
Lamentablemente, el film no se puede ver en todos los cines de nuestra comunidad. Solo hay dos salas que los proyectan. Una en Murcia capital, en el Neocine Centrofama; y otra en Cartagena en el Neocine Mandarache. Si tienen a bien ir a verla, observen antes las carteleras para saber el horario exacto de su proyección ya que no todos los días está disponible.
Por otra parte, y ante la implicación del Gobierno de la Región de Murcia a la hora de otorgar el Premio Nacional de Tauromaquia a Albert Serra por «Tardes de Soledad», se ha echado de menos que no se haya realizado preestreno del film en cualquiera de las dos salas mencionadas que hubiera congregado a profesionales, aficionados y simpatizantes de la fiesta de toda la comunidad.
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El Muletazo 