Es toda una certeza que en las corridas de toros, novilladas y festejos de rejones las injusticias están a la orden del día. Siempre hay olvidos y ausencias injustificadas en los carteles, donde manda el poder en los despachos y se ningunea a lo realizado en el ruedo. Es como si en una oposición obtuviese plaza el que mejor le cae al tribunal y no el que mejor nota a obtenido, que se supone que está más capacitado para el cargo. Este desastre está lastrando esa verdad que se dice que tiene la tauromaquia, que, pese a premios nacionales, lastra su grandeza con esta miseria.
El mundo de los festejos de recortadores tampoco se salva. Hay quienes se han jugado la vida de verdad frente a torazos y al siguiente año ni los llaman. Es el ejemplo del recortador murciano Antonio Torrecilla. El pasado año causó sensación en la Feria de Fallas. El de Caravaca impactó en Valencia con un soberbio quiebro de rodillas en los medios que puso el coso de la calle de Játiva hecho un hervidero. Una actuación de premio que se quedó en un tercer puesto por eso de que, en Valencia, cuna de los festejos populares, no podía ganar un tío que venía de Murcia.
Su entrega ha sido recompensada con no pisar Valencia este año en el concurso de recortadores de estas Fallas del 2025. Ni lo han llamado. ¡Qué cosas! Y encima se atreven a decir que estarán los 20 mejores recortadores de España. Si no está el tercero del 2024, algo falla.
Pese al revés, Antonio no pierde la ilusión y está dispuesto a seguir impactando a los públicos en los festejos donde tenga la oportunidad de participar. Lógicamente, como a todos, estás injusticias le duelen, pero también le espolean para decir en la plaza, jugándose el tipo, que existe y que no se pueden olvidar de él.
@elmuletazo
