La capacidad mental de una persona es fundamental en cualquier momento de la vida. Hay seres humanos capaces de parar una tormenta en plena descarga. Hombres y mujeres que con su sabiduría resuelven problemas difíciles en momentos muy delicados. Si hablamos de cirugía taurina lo primero que nos viene a la cabeza son varios nombres, seres humanos que a lo largo de los años se han ganado el respeto y la admiracion de quienes se juegan la vida delante del toro.
¿Qué profesional de la Tauromaquia de nuestra Región no conoce al Dr. Pedro Galindo? Creo, y no me equivoco que son muy pocos los que no saben de quien les hablo.
Ese ángel protector con cara de bonachón ha salvado la vida de muchas personas a lo largo de su exitosa y sabía carrera. Su magnífico trabajo al frente de enfermerías como la de Blanca, donde encabeza el equipo medico de un ciclo serio donde el novillo es el protagonista dentro y fuera de la plaza.
Pero Blanca solo es un ejemplo. Trabajar en un quirófano móvil no es tarea fácil. Ver cómo dos novilleros caen heridos de gravedad prácticamente a la misma vez y mantener la tranquilidad suficiente para solventar la difícil papeleta, solo está al alcance de heroes de carne y hueso como el Dr.Galindo.
Así son y así seguirán por muchos años más, todos los que Dios quiera. Desde aquí mi reconocimiento a quienes salvan vidas sin mirar nombres ni apellidos. Enhorabuena por vuestro trabajo ejemplar.
Por Jesús Cano Melgarejo
