«QUIEN NO HA VISTO TOROS EN LORCA, NO SABE LOS QUE ES UN DÍA DE TOROS» por Fran Pérez

Para muchos, entre los que me incluyo, ir a los toros a Lorca es como presenciar un festejo en la plaza de toros Real del Puerto de Santa María. El Coso de Sutullena está esplendoroso, reformado, cómodo, limpio, es moderno, pero mantiene la solera centenaria una vez finalizada su reconstrucción. Es una joya en pleno pulmón de Lorca y un corazón que late para darle grandeza taurómaca a una Región de Murcia, que lo necesita. Vamos, que parafraseando al gran Rey de los Toreros: “Quien no ha visto toros en Lorca, no sabe lo que es un día de toros”

Es cierto también que hay mucho que mejorar. El coso no ha hecho nada más que empezar a caminar de nuevo tras 14 años cerrado, que los engranajes en la organización y el trato al cliente están ajustándose, que el aforo es pequeño para el segundo término municipal más grande de España (algo que se paliará el año que viene con el incremento de 1000 localidades más en grada hasta llegar a los 5.000 espectadores); pero es toda una victoria que la plaza luzca así, tan llena de vida, tan espectacularmente bella.

Para el que la ha visto en ruinas, se ha partido la cara por ella y se ha dejado el jornal luchando para su reconstrucción a cambio de nada, sin intereses personales, sin ambición electoral, sin postureo de callejón, solo pensando en Lorca y en sus aficionados; es normal que la considere en estos momentos la plaza más bonita de España. Unos explotarán su grandeza en un momento, pero otros la llevarán herrada siempre a fuego en su corazón.

Aún recuerdo el año 2014, cuando a las puertas del deteriorado coso, muy afectado por los terremotos que asolaron la ciudad del Sol en 2011, un entonces Paco Ureña, que comenzaba una incipiente carrera tras estar injustamente en el olvido, toreaba de salón a los pies de la escultura homenaje a Pepín Jiménez para pedir la reconstrucción de un edificio que por aquel entonces no era ni de propiedad municipal. Ese día se dio irremediablemente el pistoletazo de salida a ese lema ya aparcado, pero no en el olvido, que paseó el Club Taurino de Lorca por todo el panorama taurino internacional: “Sutullena Ya”

En cada palabra de esa expresión hay corazón, amistad, trabajo, devoción, pasión por la tauromaquia, espoleo, algún cabreo que otro y amor por Lorca. Al fin y al cabo, esas han sido las bases para que la plaza de toros de Lorca resucite, y en mayor o menor medida, siguen estando ahí ahora para que su nueva etapa en manos del Ayuntamiento de Lorca no pase desapercibida.

En la corrida de toros de feria celebrada ayer domingo, desde por la mañana los aficionados lorquinos, como los toros y sus querencias, se arremolinaron en Sutullena para embriagarse desde primera hora del ambiente taurino y de la exhibición de enganches celebrada al mediodía.

  • “No me han dejado ver los toros”, comentaban muchos indignados.

Y es que ese es un punto a mejorar. Siempre ha sido tradición en Lorca que los aficionados puedan presenciar in situ las reses antes del sorteo en el día de la corrida. Se entiende que a lo mejor no es lo más conveniente para los toros, pero si se podrían coordinar visitas de en torno a 10 minutos en grupos que pudieran acceder al acertado balconcillo habilitado en el corral del coso.

  • “Luego veremos a ver que pasa”, comentaba otro grupo impaciente de aficionados que estaba sacando conclusiones equivocadas

Pues pasó que vieron que otra de las cosas que hay que mejorar en la nueva Sutullena es la presentación del ganado. Por suerte, o por desgracia, el ruedo de la plaza de toros de Lorca es amplio, por lo que se come a los toros. En la plaza, los toros de El Puerto de San Lorenzo defraudaron en su presentación y eso no se puede permitir en un coso que busca mantener la afinidad con el que paga para que siga llenándose en años venideros.

Remató una señora en el tendido: “Hombre, a mi me gusta que los toros den un poco de respeto”

Desde el tendido también salió una voz joven discordante por el tono triunfal que tomó la tarde en el primer toro, cuando le concedieron las 2 orejas a Talavante: “¿Este es el nivel que tiene esta plaza?”

No desesperemos, es verdad, y lo asume la presidencia, que fue error de baremo, pero luego todo se vino a razones cuando frenaron varias peticiones de rabo en algún toro. Quedémonos con los brotes verdes, las nuevas generaciones vienen más exigentes y eso seguro que hará la tauromaquia más grande.

Se lesionó el cuarto toro en el ruedo, el primero se dolía de una mano en toda la faena después de pisar un determinado terreno de la plaza, el sobrero también se dolió de las manos. El ruedo de la plaza de toros tiene la gran culpa, ojalá que consigan llegar al anterior piso de plaza de antes de terremoto. “Esto es un patatal”, le decía un hombre a su mujer mientras esperaba que atronaran al 4º

“Guapo”, le espetaban a Cayetano cuando paseaba las dos orejas del 5º unas chicas que fueron a la plaza a verle. En los pueblos este tipo de toreros todavía tienen su tirón. No se pasó el toro por la faja en ningún momento, no quiso ver al manso 2º, pero con el dulce 5º formó allí la mundial y enfervoreció a sus partidarios y partidarias que volverán de nuevo si es que lo anuncian otra vez. Por cierto, Jorge Martínez estuvo sensacional en Laujar de Andarax. Todo en la vida es cuestión de gustos.

“Vaya torerazo”, tenía razón el señor que lo dijo cuando Paco Ureña dio un natural encajado que rompió los resortes de Sutullena. La tarde que ofreció el de Lorca fue cumbre, mejor que en su encerrona con los seis toros del pasado mes de marzo. Estuvo sobresaliente con el capote, toreando magníficamente bien a la verónica, arriesgando, echando la pata “pa´lante”. Y con la muleta mezcló la garra de saberse en su tierra con el relajó de sus muñecas. Cortó dos orejas en el 3º, pero la faena cumbre llegó en el 6º. Un magnifico trasteo al mejor toro de la tarde de La Ventana del Puerto. Los naturales florecieron como cuando la patrona de Lorca pasa por el Puente de la Torta. Y curiosamente, la faena se desarrolló en los mismos terrenos en los que, en 2010, cuajó por naturales al último toro lidiado en Lorca (antes del terremoto) de Victorino. Aquel día Lorca descubrió esa mano izquierda que hoy en día es toda una institución en la tauromaquia. Ureña es Lorca y eso también hay que reconocerlo.

F.P @elmuletazo

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