Compromiso de entidad el que afrontaba hoy el diestro murciano Rafael «Rubio» en la prestigiosa plaza de La Malagueta de Málaga. Por si faltaban alicientes a la terna, que completaban Manuel Escribano y javier Orozco, en una corrida homenaje a Paquirri, la divisa portuguesa de Murteira Grave lidiaba e después de haber indultado un toro en su último festejo.
Por faroles recibió al primero de la tarde Rafaelillo, dejando tarde que ni esta, ni ninguna otra, es una tarde más para él. Brindó la faena de muleta al cielo, a su querida madre, recientemente fallecida. Se lo sacó en un inicio por doblones vibrante. Lo probó con la derecha, donde tenía menos recorrido, y con la izquierda, donde destacó una serie en la que, de uno en uno, fue intentando alargar la embestida. Se pasó de faena y el astado acabó por buscar tablas, donde se impuso el del Barrio del Carmen. La faena llegó con fuerza al público, por su emoción y mérito, pidiéndole el público mayoritariamente la oreja, que le fue concedida.




De la misma forma recibió Manuel Escribano al primero de su lote, un toro que aparentemente presentaba buenas cualidades, con transmisión y que siempre se arrancó con buen tranco. Ya de pie, el torero de Gerena se llevó al animal por verónicas para rematar con dos medias en la misma boca de ruedo. Destacó la pelea en varas, donde lo dejó largo en ambos puyazos, y dos pares de banderillas, uno de fuera hacia dentro y otro al quiebro. Al igual que en el recibo capotero, inició la faena con las dos rodillas en tierra. Embistió siempre por abajo, queriendo coger los trastos de torear, pero a Escribano, a pesar de su solvencia, se le echó en faltar dar un paso más. Aún así, dio una tanda al natural algo más conseguida, donde entre pase y pase daba un tiempo al astado. Dejó una estocada algo desprendida y hubo petición de oreja, no concedida. Terminó dando una vuelta al ruedo algo excesiva. El toro fue ovacionado en el arrastre.
Llegó el tercero de la tarde a la muleta del rondeño Javier Orozco tras presentar algunas complicaciones en los primeros tercios, midiendo y esperando mucho, pero con un buen fondo que sacaba cada vez que se le bajaba la mano. El matador malagueño anduvo voluntarioso en una faena donde se notó la falta de rodaje y, en ocasiones, se echó en falta algo más de ajuste. Lo más destacado llegó con la última serie de mano baja por el pitón derecho, donde sí le dejó la muleta en la cara para ligar en redondo. Dejó una estocada muy trasera que se tradujo en una petición mayoritaria (se llegó a pedir, carente de sentido común, incluso la segunda) y, por ende, la concesión de la primera oreja.
Por bajo recibió con el capote a ‘Meloso’ Rafaelillo. Un toro también este con complicaciones, soso y que transmitió poco o nada. En el inicio del trasteo de muleta se coló en una ocasión, tras esto se lo sacó hasta la segunda raya, sin obligarlo, dándole un pequeño tirón. Muy parado durante toda la faena, el murciano tiró de técnica y oficio para emplear sus defensas. Sacó varias tandas provocando las embestidas. Pasaportó al astado en un segundo encuentro. Escuchó un aviso y el silencio del respetable.



No hay quinto malo, y aunque estuvo falto de algunas cualidades, este toro efectivamente no lo fue. Hasta la puerta de chiqueros se dirigió Manuel Escribano para recibir a ‘Camarero’, el toro de mejores hechuras de los que hasta el momento han desfilado con el hierro de Murteira por el albero de la Malagueta. Andando salió al ruedo e interminables fueron los segundos hasta que el astado, que anduvo por los terrenos de los tendidos 4 y 5, se arrancó hacia Escribano, que posteriormente se estiró con él a la verónica sacándole los brazos. Dejó un grandioso par al quiebro, muy ceñido, pegado a las tablas, tras el cual se fue a por la muleta. Inició con un molinete al que le siguieron, de manera intercalada, dos pases cambiados por la espalda y dos pases de pecho. Dejó los adornos para irse al mismo centro de la plaza y dar paso al toreo fundamental por ambos pitones. Lo llevó largo y muy templado, exigiéndole al toro, al rededor de la cintura en cada serie, donde desplegó un nivel mayor que en su anterior toro. Una faena mucho más maciza y redonda. Erró dejando una estocada trasera que, de alguna forma, emborronó todo lo hasta el momento hecho. Pero el público quiso premiar el trasteo solicitando las orejas de las cuales, el presidente le concedió la primera.
Serio fue el toro que cerró el festejo, muy bien picado por Adrián Navarrete y que comenzó a hacer cosas extrañas en el capote de José Antonio Trujillo. Con la muleta ‘Tropa’ pasaba por ambos pitones más por inercia que por querer coger la franela y embestir por derecho, siempre buscando la salida al final de un muletazo que nunca terminaba de ser rematado por Orozco. Hasta que terminó por rajarse al final del trasteo. Antes de esto, el rondeño dibujó varias series donde volvió a faltar ajuste como consecuencia de no cruzarse al pitón contrario. Lo que no faltó fue voluntad por parte del matador, pero todo los esfuerzos fueron en vano. Terminó con el de Murteira a golpe de verduguillo justo cuando escuchó el primer aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Malagueta (Málaga). Cuarta de feria. Corrida de toros.
Toros de Murteira Grave, con presencia y cuajo.
Rafaelillo: 1 oreja y silencio.
Manuel Escribano: Vuelta al ruedo y 1 oreja.
Javier Orozco: 1 oreja y silencio.
El Muletazo y Javier Gallardo para Cultoro y El Muletazo. Fotos: Lances de Futuro
