Ayer domingo, 28 de abril, en plena sierra madrileña, se vivió uno de esos momentos mágicos que regala el campo bravo y que todo aficionado debe contemplar al menos una vez en la vida. En la finca “El Zahurdón”, de Colmenar Viejo, donde pastan las reses santacolomeñas del hierro de Flor de Jara (propiedad de Carlos Aragón Cancela) se realizó una de las labores añejas más bonitas que regala el día a día de una ganadería: un tentadero a campo abierto.
Coincidiendo con la visita a esta vacada de la Asociación Taurina “El Quite de Calasparra”, los ganaderos tuvieron a bien que el torero de esta población murciana, Filiberto, participase en la tarea campera que tuvo como prólogo una demostración de acoso y derribo por parte del hijo del ganadero, Daniel Aragón.
Filiberto, en un momento extraordinario y deseoso de poder demostrarlo en los ruedos, dejó momentos sentidos con las bravas vacas que se tentaron. Con el arma de clasicismo por bandera, tiro de las reses por abajo, llevándolas largas y humilladas, dibujando excelentes pasajes con la mano derecha y abrochadas tandas de naturales.
Los presentes disfrutaron de lo lindo, tanto por lo realizado por el calasparreño como por el marco donde trascurrió todo, en las faldas de la Sierra de las Pedrizas, donde el verde saluda a la primavera.
Así quedó reflejado en el objetivo de nuestro compañero Pedro Navarro Laforet:









Por Laforet
