El grupo municipal del Partido Popular de Calasparra ha hecho pública una extensa nota de prensa en la tarde este lunes. Dos páginas, once párrafos, 779 palabras, en las que no hay ni una sola que aluda a la resolución por acuerdo entre las partes del conflicto que existía entorno a la plaza de toros de “La Caverina”.
Por el contrario, señala a este periódico digital como un medio “afín al PSOE”, sin dar razón alguna para ello. Este medio de comunicación privado ha contado a lo largo de su trayectoria con firmas de reconocido prestigio y diverso perfil, destacando la labor de los políticos que han defendido la tauromaquia, sean del partido que sean, tanto en el gobierno de la CARM, como en el de los municipios de la Región. Obvian el hecho fundamental de que este medio fue fundado por una de las personas que hizo grande al Partido Popular en la Región de Murcia, que estamos convencidos de que hoy no lo reconocería por reacciones tan abruptas y falsas como esta.
El Partido Popular de Calasparra también acusa al ayuntamiento de filtrar previamente la información de la compra de la plaza de toros de “La Caverina” a este periódico, ya que, según reza textualmente la nota de prensa, después de que “haya publicado información detallada sobre la rueda de prensa antes de su conclusión”. Como todo medio de comunicación, El Muletazo trata de ofrecer la información de interés a sus lectores de la forma más rápida y completa posible, de ahí la enorme repercusión que la noticia ha tenido. En este caso además, no fue hasta que la alcaldesa hizo público el anuncio en la rueda de prensa, cuando se publicó en las redes sociales y en la página web, nunca antes. Ahí están las horas registradas para comprobarlo. El Partido Popular de Calasparra sugiere que el hecho de subir la noticia cuando fue anunciada, sin esperar a que nuestros compañeros hiciesen las preguntas que consideraron oportunas y concluyese la rueda de prensa, es porque se produjo una filtración. O bien desconocen el funcionamiento de la función periodística, o bien tratan de imponer las normas que se deben cumplir, lo que supondría una inadmisible coacción de la libertad de prensa y de opinión.
Por último, no dejan pasar la ocasión para aludir en la nota de prensa a la mujer de uno de nuestros codirectores, despejando cualquier duda sobre el tono intimidatorio de la misma.
¡No conseguirán intimidarnos! SI a la LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
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