ROCA REY CORTA UN RABO, UREÑA TRIUNFA Y «EL JULI» SE DESPIDE: MURCIA PROCLAMA NUEVO REY (crónica 12 de septiembre)

Ambientazo tremendo este martes, 12 de septiembre, en la plaza de toros de Murcia, pese a la amenaza de tormenta, para presenciar la tercera corrida de toros de la feria de septiembre de la capital de la Región. “La Condomina” rozó el cartel de “No hay localidades” para un cartel compuesto por Julián López “El Juli”, Paco Ureña y Andrés Roca Rey.

El tirón de la primera figura del toreo actual, el peruano Roca Rey, que reaparecía tras estar apartado unos días de los ruedos por la infección de la herida de una cornada en el Puerto de Santa María, y la despedida de tierras murcianas de Julián López “El Juli”, suscitó una enorme expectación a la que ayudó la inclusión en el cartel del torero lorquino Paco Ureña.

Para la ocasión se eligió una anovillada corrida de Victoriano del Río, impropia para toreros con tanto boato y para una plaza de toros de la categoría de Murcia.

Al finalizar el paseíllo, los murcianos, deseosos de fiesta y éxito, hicieron saludar al torero madrileño Julián López «El Juli» que hacía su paseíllo número 50 vestido de luces en la comunidad murciana, un número redondo para despedirse de la afición de esta zona del Levante.

Con el público todavía situándose en sus escaños, saludó «El Juli» a «Cantaor» por buenas verónicas. El tercio de varas y banderillas fue de trámite, mientras que por La Condomina sonaban los truenos. Inició el madrileño la faena y la lluvia visitó el coso, una invitada que nadie quería, pero el agua, en Murcia, es vida. Bajo el aguacero, «El Juli» se afanó por ambos pitones, obteniendo mucha comunión con el respetable, que le agradeció su esfuerzo bajo la lluvia. Pinchazo y estocada. Oreja

Tras la tormenta, salió el segundo de Victoriano del Río manseando de manera muy clara. No quiso ver el capote de Ureña en el recibo, ni al picador, ni tampoco a los banderilleros, que pasaron un mal rato con los rehiletes. En la muleta el animal tiró la cara arriba, poniéndoselo complicado al de Lorca. Quiso sacarle partido Ureña, pero el animal era enormemente descastado. Mató de estocada baja y tendida, siendo ovacionado por su tesón.

Tras la muerte del segundo, los areneros adecentaron el piso. Se tapaba por la cara el impresentable tercero, al que recibió a la verónica Roca Rey. Lo cuidó en varas el peruano para después realizarle un quite por gaoneras en los medios de mucha quietud y emoción que encendió a los tendidos. Bien en banderillas Antonio Chacón. Se tiró de hinojos en los medios Roca Rey, dejando una serie espectacular, muy ligada, de derechazos. Siguió por el pitón derecho, en series muy intensas, rematadas con pases de pecho de pitón a rabo y con pases por la espalda. Se echó la muleta a la izquierda, dejando naturales de buena composición, aunque, en ocasiones, el toro le tropezó las telas. Volvió por derechazos, construyendo una serie de pases largos y con mucha entrega. Cerró por manoletinas con mucha valentía. Recetó una estocada entera. Toro al suelo, gritos de ¡Torero, Torero! Locura colectiva y dos orejas y rabo. Vuelta al ruedo al toro.

El toro de la merienda no se definió en los primeros tercios. El público empezó a ponerle atención al ruedo cuando «El Juli» se fue a los medios a brindar la faena. Sin ejecutar un pase digno, la música empezó a sonar, seguro que en honor del torero y su despedida. El animal echó la cara arriba y el madrileño se esmeró para intentar agradar al respetable. La faena no tomó vuelo. Mató de media trasera. Se atascó con el descabello, tributándole el público una gran ovación de agradecimiento y despedida.

Saludó por delantales Paco Ureña al quinto. «Víboro», como alguno de sus hermanos, no destacó en varas. En banderillas pareó con eficacia Agustín de Espartinas. Brindó el de Lorca la faena a Luis Francisco Esplá. Inició la faena en la primera raya de forma sublime por derechazos con la figura muy vertical, ligando los muletazos y rematando con un soberano pase de pecho. Siguió por la derecha en series de mucha pureza, abriendo el compás y rematando con largos muletazos de pecho. Con la izquierda, lo intentó pero el diapasón de la faena bajó. Volvió a la derecha, para meterse entre los pitones y exprimir las embestidas del animal por ese pitón. Se tiró de rodillas en el final de faena dejando buenos derechazos. Mató de casi entera algo desprendida, siendo premiado con las dos orejas.

Un zapatito fue el sexto, que no se prestó al lucimiento en los primeros tercios. En banderillas cumplieron «Viruta» y Paco Algaba. Con la muleta Roca Rey desplegó su poderío para sacar series ligadas de muletazos por ambos pitones, estando muy por encima de un oponente que se le quedaba pequeño. Se metió entre los pitones al final de faena buscando la plena comunión con el público. Una estocada entera precedió la concesión de la oreja.