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La jornada en Calasparra comenzó con celebración y terminó en apoteosis. Antes de iniciarse el paseíllo, se estrenó el pasodoble “Victorino Martín”, compuesto por el Maestro Juan Jesús López Sandoval, por encargo del Club Taurino de Calasparra, como regalo por el 50 Aniversario del debut de Victorino Martín como ganadero, que se produjo en esta plaza.
A continuación, se guardó un emotivo minuto de silencio, a la vez que la agrupación de Jóvenes Taurinos de Calasparra paseaba una pancarta en la que se podía leer “Víctor Barrio. Eterna Espiga de Oro”; ya que en este ruedo conquistó el Trofeo al triunfador de la Feria Taurina del Arroz en 2010 tras una faena memorable a un novillo de José Escolar.
Saltó por ello con algo de retraso el primero de la tarde. Curro Díaz se lució en el saludo capotero a la verónica. El toro tenía una embestida lenta, que prolongó con buen gusto en la primera tanda a diestras el torero linarense. Destiló arte a diestras, y también al natural donde ejecutó una gran primera tanda al cárdeno. Pasó un verdadero trago a la hora de matar, incluso cortándose a la altura de la nariz sin mayores consecuencias, salvo que tuvo que pasar a la enfermería. Saludó una ovación, siendo aplaudido el toro en el arrastre.
En el segundo de su lote, que salió en quinto lugar para que diese tiempo a que el jienense saliese de la enfermería, Curro Díaz y Plebeyo hicieron historia en La Caverina. El toro que a todos gustaba en el apartado de la mañana y la apuesta personal del ganadero. Y acertó. Ese toro número 10, cárdeno de pelo, nacido en abril de 2012, volverá a tierras cacereñas. Fue un toro repetidor, que embistió despacio y humillado ya desde el capote. Tomó un solo puyazo, pero largo y con bravura, metiendo los riñones con enorme clase. Curro lo toreo de manera cadenciosa con desmayo y destilando arte en cada lance. El toro tuvo la virtud de ir a más en cada tanda, más despacio y más humillado. Cuando fue por la espada, atendió la petición de un sector y siguió toreando, consiguiendo cada vez más adeptos a la causa conforme el animal crecía en el ruedo. Un gran toro y un gran torero. 2 orejas y rabo simbólicas.
Antonio Puerta tuvo que porfiar con el peor lote de la tarde. Dejó un buen recibo capotero al segundo, primero de su lote. Un toro que no terminó de entregarse. Por el pitón derecho insistió mucho el ceheginero, dejando detalles de buen gusto. Por el izquierdo se mostró peligroso, volviendo a cambiar a la diestra sin darle coba. A media altura lo intentó en un trasteo largo y esforzado. Dejó una estocada baja que requirió de dos golpes de descabello y fue ovacionado.
El segundo de su lote, que se lidió en cuarto lugar, fue el único toro flojo del encierro. Echaba ya las manos por delante desde el capote. Se desmonteró Antonio Cama en las banderillas, que ya destacó en la lidia del anterior. El toro derrotaba de forma deslucida en la muleta de Puerta, e incluso llegó por momentos a mansear. Lo intentó todo sin llegar a ser un trasteo lucido. Una estocada entera le valió una ovación con saludos.
En el tercero, primer novillo de la tarde, Filiberto que reaparecía tras el corte en la mano que se produjo en la Feria de San Isidro, le plantó cara a un novillo que recibió un puyazo largo. Tras brindar a su hermano, el calasparreño le hizo frente a un animal al que toreó muy largo por la mano derecha, templado, destacando eternos pases de pecho de pitón a rabo. A zurdas le buscaba las zapatillas desde el primer momento, pero insistió hasta conseguir robarle algún muletazo a destacar, algo que no era nada fácil. Faena meritoria y maciza del paisano a un animal que transmitía, que estropeó con los aceros. Recibió una ovación y fue aplaudido el novillo en el arrastre.
El sexto y último no tuvo las virtudes del anterior. Aun así, ejecutó derechazos y naturales con mucha calidad, con momentos importantes, a la que le faltó ligazón ya que era necesario perderle pasos. Esto obligaba al novillero a tener que colocarse tras cada muletazo. Filiberto lo vio claro y así lo hizo, demostrando el bagaje que atesora. Sin recurrir a las cercanías ni a efectos distintos a torear, consiguió cortar una oreja, tras dejar una estocada entera que necesitó de dos golpes de descabello.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Caverina de Calasparra (Murcia). Corrida de toros homenaje al cincuentenario del debut de Victorino Martín como ganadero.
Cuatro toros y dos novillos de Victorino Martín, indultado el cuarto (lidiado en quinto lugar), de nombre «Plebeyo», toro número 10, cárdeno de pelo, nacido en abril de 2012. Aplaudidos en el arrastre el primero y tercero.
Curro Díaz, ovación y dos orejas y rabo simbólicas.
Antonio Puerta, ovación y ovación.
Filiberto, ovación y oreja.
PEDRO MELLINAS
Fotos: Raspa
