El novillero murciano Pablo Belando, quien resultó cogido el pasado domingo en Madrid, tras tres días y medio de permanecer en la UCI en estado muy grave del hospital San Francisco de Asís de la capital de España, ayer salió de la misma para pasar a planta tras ser visto por el doctor García Padrós.
Junto a Pablo está su madre y anoche llegó su hermano Diego. Ahora el torero empieza a contar los días que restan para recibir el alta hospitalaria y poder iniciar en Murcia su recuperación. Pablo está con molestias, sobre todo en el pecho a causa de la rotura de dos costillas que le produjo el novillo de Araúz de Robles, pero ya el panorama ha cambiado y se encuentra totalmente fuera de peligro. El diestro continuará posiblemente durante lo que resta de esta semana y la que viene ingresado y bajo la atenta mirada de don Máximo.
El Muletazo 